La Copa América de vela de 2024 en Barcelona es una apuesta de futuro que impulsará la economía azul y contribuirá al desarrollo de proyectos de impacto en el territorio.
Barcelona –y Catalunya– siempre ha estado muy ligada al mar y es una ciudad con una gran tradición marítima. Desde su fundación, allá por el siglo I a.C., la ciudad ha mirado al mar como fuente de riqueza, de intercambio cultural y de aventura. A pesar de ello, no siempre se le ha dado al mar la importancia que merece, incluso a veces, ha quedado un poco olvidado y la relación de la ciudad con este, en ocasiones, se ha debilitado.
Con la llegada de los juegos olímpicos de 1992, Barcelona puso en marcha un ambicioso plan de renovación para abrir el mar a la ciudad y al mundo. Ahora estamos trabajando con ese mismo espíritu para conseguir en 2024, con la celebración de la 37ª edición de la Copa América de vela en Barcelona, abrir el mar a todo el mundo.
Nuestro objetivo en Fundación Barcelona Capital Náutica es consolidar Barcelona y Catalunya en referentes de la náutica a través del deporte y la sostenibilidad. Todo ello impulsando la economía azul, la innovación y la ciencia, así como la educación y la promoción de la cultura del mar.
Y lo hacemos desde el ámbito público-privado porque, trabajando así, es la mejor receta para conseguir el éxito. Por eso, nuestros patronos son la Generalitat de Catalunya, el Ajuntament de Barcelona, el Ministerio de Cultura y Deporte, la Diputació de Barcelona, el Port de Barcelona, el Consorci de Turisme de Barcelona, la Cambra de Comerç de Barcelona y la asociación Barcelona Global.
Desde la Fundación trabajamos en dos retos importantes. Uno de ellos es coordinar todas las administraciones para facilitar la organización de la 37ª Copa América y que se celebre con totales garantías. El otro reto es trabajar para que la organización de la competición deje un legado. En mi opinión, esta última, es una tarea incluso de mayor responsabilidad e impacto que la anterior porque es una apuesta de futuro, ya que se trata de impulsar proyectos que dejen un impacto positivo en el territorio y en la sociedad. Son iniciativas que han de perdurar cuando la Copa América acabe.
La Copa América de vela es la competición más antigua de la historia del deporte y el tercer evento deportivo más importante del mundo después de las olimpiadas y el mundial de fútbol en cuanto a seguimiento a nivel mundial. Será por tanto un hito histórico para Barcelona, como lo fueron en su momento los Juegos Olímpicos, y supondrá un gran impulso para la ciudad en muchos aspectos. El evento atraerá a miles de visitantes, dará gran visibilidad y promoción a la ciudad y generará un importante impacto económico tanto en Barcelona como en todo el territorio.
Queremos destacar un elemento que ha sido clave para los patronos pero que coincide plenamente con el espíritu mostrado por el Equipo Neozelandés que es el Organizador del Evento Deportivo. Nos referimos a la gratuidad completa para cualquier persona que quiera ser espectador en directo desde las playas de Barcelona de cualquiera de las más de 100 regatas que compondrán la Copa América. Se quería traer un evento de primer nivel deportivo a la ciudad, pero con la condición de que no hubiera ningún ticketing vinculado a la posibilidad de ver en directo la competición. Por la configuración de las playas de Barcelona (suficientemente profundas) y por la configuración de los barcos de esta edición (con foilings que permiten elevarse por encima del agua) será posible seguir las regatas desde la playa misma.
Se trata de una competición que mueve a millones de personas en todo el mundo y permitirá que demostremos el potencial de Barcelona como capital náutica mundial. Una oportunidad única también para nosotros de promocionar los valores que defienden los Patronos de la Fundación Barcelona Capital Náutica y su compromiso con el deporte, la educación, el mar, la sostenibilidad y el cuidado del medio ambiente.
Y por eso queremos involucrar a todos los ciudadanos, a toda Barcelona y a todo el país, para hacer que esta Copa América sea memorable. Este es en verdad el gran reto al que nos enfrentamos: concienciar y sensibilizar a la ciudadanía de la importancia del evento y de los valores que están vinculados. Como el resto de los proyectos, no queremos estar solos, queremos que todo el mundo tenga la oportunidad de participar. Pondremos en marcha un programa de voluntariado para la ciudadanía que permitirá a cientos de personas participar en la organización del evento y vivirlo desde dentro.
También estamos trabajando para que el legado de la Copa América no se limite solo al impacto económico durante los días del evento. La organización de la competición supondrá una mejora de las infraestructuras náuticas y los espacios públicos de la ciudad. Será un incentivo para el fomento de la práctica de deportes náuticos y para el desarrollo de proyectos de impacto positivo en el territorio.
Por supuesto, siempre trabajando juntos. Todos los proyectos de legado se están llevando a cabo de forma conjunta con todas las administraciones y también con empresas y organizaciones locales para impulsar proyectos de carácter deportivo, empresarial, social y cultural.
Por la configuración de las playas de Barcelona y de los barcos de esta edición, será posible seguir las regatas desde la playa.
Promocionando la economía azul, la vinculada con el mar, para impulsar empresas emergentes y facilitar su consolidación. Haciendo que los puertos deportivos se abran para acoger empresas innovadoras del sector.
Se están desarrollando, por ejemplo, iniciativas para divulgar la cultura del mar con formaciones dirigidas a niños y jóvenes en colegios, institutos y universidades, fomentando la descarbonización de las embarcaciones de recreo, planes de reactivación de puertos y clubes de Catalunya entre otras muchas actividades. Además, está el gran proyecto de coordinar la celebración de la cumbre de la ONU de los océanos en 2024 en Barcelona.
Para cumplir el objetivo de promover el deporte náutico entre todos los ciudadanos, en la Fundación trabajamos en colaboración con escuelas y clubes deportivos. Promocionando el deporte náutico a través de regatas locales y apoyando a deportistas nacionales. También desarrollando programas para acercar los deportes náuticos a los jóvenes y fomentar su práctica de manera sostenible. Y facilitando la formación y el acceso a la náutica a personas con discapacidad.
Otro de los proyectos importantes de la FBCN es la promoción del respeto por el medio ambiente marino concienciando a la población sobre la importancia de cuidar y proteger el mar. La celebración de la Copa América en Barcelona en 2024 también supone un gran compromiso con la sostenibilidad y el cuidado del medio ambiente marino. Supondrá un impulso para la educación ambiental, con iniciativas destinadas a sensibilizar a la población sobre la importancia de cuidar los océanos. Tenemos el compromiso de minimizar el impacto ambiental de la competición, mediante el uso de materiales biodegradables y la gestión responsable de los residuos generados.
Como ejemplo de nuestra apuesta por el futuro de la vela y el deporte base que se practica en los puertos y clubes catalanes, acabamos de firmar un acuerdo de colaboración con el Campeonato del Mundo de Optimist. Tiene lugar del 15 al 25 de junio y cuenta con un programa de actividades paralelas vinculadas con la sostenibilidad, la educación ambiental, la vela inclusiva y la economía circular a las que damos apoyo desde la Fundación.
En definitiva, estamos comprometidos en promover la navegación y el desarrollo de la economía azul con el propósito de convertir Barcelona y Catalunya en capitales náuticas del mundo, en referentes internacionales de la vela de alta competición, tanto desde el punto de vista deportivos como educativo, empresarial y científico.
La Fundación Barcelona capital náutica tiene como objetivo acercar el mar a la ciudad de Barcelona y promover su cuidado, sostenibilidad y el apoyo a los deportes náuticos. Nuestro litoral y las playas de Barcelona en particular son zonas costeras con una gran biodiversidad marina, y todos debemos esforzarnos en preservar y proteger el ecosistema.
Queremos que los valores y el conocimiento del deporte de vela lleguen a toda la sociedad. Fomentamos la cultura marítima, los deportes náuticos, el amor por el mar. Solamente se quiere y respeta lo que se conoce: abramos pues el mar a todos.