Una reflexión sobre cómo el liderazgo centrado en principios filosóficos permite a los directivos alcanzar la sabiduría. Y un claro ejemplo, el de Sergio Marchionne y el grupo Fiat.
Si los problemas ya son difíciles de abordar en empresas no familiares, todavía lo son más cuando se mezclan familia y empresa y entran en juego las emociones familiares.
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