Cataluña Económica

Edit Content

Revista

Suscripciones

La logística como palanca de competitividad

La logística ha irrumpido definitivamente en nuestra economía como un sector potente, innovador y generador de empleo.

El filósofo de la antigua China Sun Tzu ya advirtió hace tiempo que “la línea divisoria entre el desorden y el orden radica en la logística”. Una afirmación de lo más certera, pues resulta imposible pensar en un mundo globalizado e interconectado sin contar con ella.

La logística, entendida como la planificación y gestión de la cadena de suministro a través del talento, se ha enfrentado en los últimos años a unos desafíos sin precedentes, que han transformado el paradigma del comercio mundial y, por lo tanto, el modelo logístico utilizado hasta el momento.

Nos encontramos ante un sector 4.0, muy digital, en constante cambio, cuyos operadores vienen aplicando procesos basados en tecnologías como la robótica autónoma, el big data o la inteligencia artificial, provocando una auténtica revolución sobre la forma de entender la logística e impulsando el desarrollo de la llamada smart supply chain para garantizar la interconectividad, la automatización, los datos en tiempo real y la predicción de decisiones de compra.

La transformación digital del sector, que solo en España genera alrededor de un millón de puestos de trabajo y que representa el 8% del PIB, ha sido necesaria para hacer frente a retos tan importantes como el Covid-19, pues ha permitido evitar roturas en la cadena de suministro y afrontar una crisis sanitaria sin parangón que ha sido gestionada con éxito por las empresas del sector.

Todo ello no solo se ha logrado en un escenario de pandemia, sino en mitad de una tormenta perfecta protagonizada por una grave crisis económica, conflictos europeos, unos precios de la energía disparados, un abrupto cambio en los hábitos de consumo y numerosos problemas en el tráfico marítimo de China, lo que ha impulsado la reconversión del sector y la búsqueda de nuevos puntos geoestratégicos más próximos a la demanda. Nuestras empresas han sido conscientes de que tener una ultradependencia de China conlleva demasiados riesgos, por lo que estamos siendo testigos de la necesidad de producir en proximidad para reducir la dependencia de terceros. No se trata de acabar con la globalización, sino de transformarla para reducir riesgos.

En este sentido, España dispone de un enorme potencial para convertirse en un hub mundial de logística por su ubicación en el mundo. Esta fortaleza puede rentabilizarse si el Gobierno acomete medidas que mejoren nuestra competitividad como país. Me refiero a impulsar un marco laboral moderno y flexible que aporte seguridad jurídica y permita que las empresas se adapten a las situaciones cambiantes del mercado. También a impulsar una política fiscal que incentive la actividad económica y la inversión.

Estas medidas incentivarían a nuestro sector para seguir por la senda de la potente generación de empleo pues, de lo contrario, nos podemos enfrentar a unos datos similares a los registrados en el segundo trimestre del año, en el que se detectó una caída del 16% en la actividad de las empresas del sector. Un indicador que anticipa cuál será la situación económica en los próximos meses si no se adoptan medidas urgentes.

La logística es generadora de riqueza, como así lo demuestra el hecho de que la contratación de espacios logísticos en España haya rondado los 465.000 metros cuadrados durante el segundo trimestre de 2022. Mantener esta senda exige eliminar trabas burocráticas, eliminar procesos administrativos innecesarios, así como contar con un fácil acceso a los fondos Next Generation para profundizar cambios estructurales como la digitalización o el desarrollo de la green logistics, con la que seguir impulsando nuestra actividad en un marco de sostenibilidad económica y respeto al medio ambiente.

Por lo tanto, la logística ha irrumpido definitivamente en nuestra economía como un sector potente, innovador y generador de empleo. Además, España tiene la oportunidad de ocupar un espacio de enorme protagonismo a nivel mundial, pero para ello tenemos que trabajar para impulsar la competitividad. Ya contamos con una posición geoestratégica envidiable, así como magníficas infraestructuras, puertos y aeropuertos, empresas y capital humano con talento.

Comparte este artículo