Frente a quienes pretenden relegar la sostenibilidad a los márgenes del debate empresarial, los nuevos estándares B Corp reafirman su centralidad estratégica.
La sostenibilidad empresarial atraviesa un momento decisivo. Las empresas operan hoy en una coyuntura global marcada por la incertidumbre económica, la inflación persistente y la creciente complejidad regulatoria. En este contexto volátil y de policrisis, las organizaciones afrontan simultáneamente presiones financieras y expectativas cada vez más exigentes por parte de sus grupos de interés. Pero, por encima de todo, el mundo empresarial –y la sociedad entera– atravesamos hoy un momento en el que retroceder supondría no sólo un error de visión y de estrategia, sino una renuncia a la responsabilidad que demanda nuestro tiempo.
En 2025, la polarización política y la reconfiguración del orden geopolítico, especialmente en Estados Unidos, están tensionando las narrativas y los consensos sobre el papel de la empresa en la sociedad. En algunos entornos, asistimos incluso a intentos explícitos de deslegitimar la sostenibilidad como prioridad empresarial. El riesgo no es meramente simbólico: es real y estructural. Normalizar discursos negacionistas o de repliegue, que ponen en duda los avances sociales, climáticos y empresariales alcanzados, pone en jaque no sólo la prosperidad compartida, sino nuestra viabilidad en el planeta.
Desde el movimiento B Corp, integrado por casi 10.000 empresas que cumplen con altos estándares de impacto social y ambiental, transparencia y responsabilidad legal, reafirmamos una convicción que se sustenta en datos: la sostenibilidad no es un privilegio para tiempos de bonanza, ni una opción ideológica. Es una condición indispensable para nuestra resiliencia y para la perdurabilidad, la innovación y la legitimidad empresarial. Las empresas que entienden esto no solo protegen su reputación: construyen confianza duradera con empleados, clientes, comunidades locales e inversores.
Según el estudio “B Corps’ Financial Performance and Resilience”elaborado por B Lab Europe entre 2019 y 2022, durante la pandemia, el 76% de las empresas B Corp europeas experimentaron un crecimiento de ingresos, frente al 60% de las empresas convencionales. Además, el 35% de las empresas B Corp en Europa también aumentaron sus plantillas en más de un 25%, superando en 13 puntos porcentuales a las empresas tradicionales. En un mundo interdependiente y complejo cada vez más expuesto a crisis sistémicas, las empresas que integran en su modelo de negocio una visión ética, regenerativa y equitativa no solo tienen mayor capacidad de adaptación y resiliencia, sino que lideran con mayor legitimidad y credibilidad.
Es fundamental que las empresas afronten estos retos acompañadas y, a su vez, que sus esfuerzos se visibilicen y sean reconocidos. Por ello, desde el movimiento B Corp, hemos anunciado recientemente la séptima renovación de los estándares B Corp: la más ambiciosa y profunda en nuestros 19 años de historia. Este nuevo marco, que entrará en vigor en 2026, es el resultado de un proceso participativo sin precedentes, iniciado en 2020, en el que se han recopilado más de 26.000 aportaciones de grupos de interés de 67 países y se ha contado con la colaboración de expertos de múltiples sectores. Esta actualización responde, por un lado, a la necesidad de elevar el impacto empresarial para dar respuesta a los retos más críticos de la humanidad, y, por el otro, al compromiso estructural del movimiento con la evolución continua en un contexto en el que también cambian las expectativas sociales, empresariales y legislativas.
Somos conscientes de que los desafíos económicos del presente, desde la ralentización del crecimiento hasta los efectos combinados de la fragmentación comercial y la presión inflacionaria, dificultan el avance y la sostenibilidad de muchas organizaciones. Precisamente por ello, los nuevos estándares ofrecen una hoja de ruta clara, abierta y gratuita para aquellas empresas que buscan avanzar, fortalecerse y generar un impacto positivo en un entorno de gran incertidumbre.
Retroceder supondría no sólo un error de visión y de estrategia, sino una renuncia a la responsabilidad que demanda nuestro tiempo.
Este nuevo marco sitúa la mejora continua como pilar estructural, exigiendo progresos verificables y resultados tangibles en siete temáticas de impacto claves, evaluadas a lo largo del tiempo para garantizar un compromiso sostenido. Estas temáticas abordan algunos de los desafíos más apremiantes de nuestro tiempo, como la acción climática, los derechos humanos, el trabajo digno y la justicia, equidad, diversidad e inclusión (JEDI).
Al mismo tiempo, los nuevos estándares promueven organizaciones más preparadas para afrontar la creciente complejidad regulatoria: integran las principales normativas, marcos legales y otros esquemas de certificación internacionales, simplificando los procesos de recopilación de datos y, sobre todo, orientando a las empresas hacia la acción transformadora, más allá del cumplimiento formal o declarativo.
Reconocemos, además, que no todas las empresas parten del mismo lugar ni operan en contextos homogéneos. Por eso, los nuevos estándares B Corp cuentan con mecanismos de contextualización, que permiten la adaptabilidad sin diluir el nivel de exigencia. En lugar de suavizar nuestra ambición de cambio por temor a la coyuntura, reafirmamos que el liderazgo responsable, especialmente en tiempos de incertidumbre, no se relaja: se intensifica.
En este contexto de fragilidad colectiva, la confianza se vuelve un activo estratégico. Según el último Edelman Trust Barometer (2025), cuatro de cada cinco personas en los países desarrollados creen que cualquier tiempo futuro será peor. Esta percepción generalizada de deterioro del futuro mina la cohesión social y alimenta la inercia. Frente a ello, el rol del liderazgo empresarial cobra una dimensión más trascendental que nunca: no solo se trata de sostener modelos económicamente viables en el corto plazo, sino de ofrecer esperanza creíble basada en la coherencia, el largo plazo y el impacto.
Por eso, frente al escepticismo, la respuesta debe ser claridad y confianza. Frente al repliegue, determinación. Frente a quienes pretenden relegar la sostenibilidad a los márgenes del debate empresarial, reafirmamos su centralidad estratégica y contribución estructural a la competitividad. Los nuevos estándares B Corp no solo elevan la exigencia: incrementan aún más la transparencia y garantizan que el impacto real sea la métrica que guíe el cambio y el motor de la resiliencia y la innovación empresarial. Hoy más que nunca, nos jugamos el presente y el futuro de millones de personas. Y ese futuro no se construye con renuncias: se construye con ambición, responsabilidad y acción colectiva.