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Del código de barras al QR

El código de barras entró en funcionamiento hace 50 años, iniciando el registro automático en la venta de los productos de gran consumo en los establecimientos comerciales.

El código de barras tiene una larga vida.

El lector estará de acuerdo conmigo que el salto entre la calculadora y el ordenador fue enorme. No obstante, la calculadora sigue existiendo como dispositivo o en aplicaciones del móvil o de la tableta. También la encontramos como funcionalidad básica en el ordenador, tanto sea un Mac, como una torre o un PC portátil. Hoy en día, cualquier dispositivo electrónico dispone también de herramientas de cálculo como las potentes hojas de cálculo, y aun y así la calculadora sigue siendo imprescindible y ampliamente utilizada en operaciones básicas de suma y resta y de multiplicación y división, así como para calcular sencillos porcentajes.

Al igual que la calculadora, el código de barras también sigue y sigue. Está presente en muchos actos de nuestras vidas. Con él se inició la identificación automática, la captura de datos por parte de los dispositivos digitales con seguridad y sin uso del teclado. Al igual que la calculadora no nos podemos desprender de él.

Podríamos decir que los códigos de barras lineales tienen, con los códigos de dos dimensiones, el Datamatrix y QR, una relación equivalente a la que hay entre la calculadora y la hoja de cálculo. Son la evolución de la identificación automática para utilizar todo el poder de los datos.

El código de barras sigue siendo imprescindible y es la base de la identificación automática. El código de dos dimensiones Datamatrix y QR da acceso a un nuevo mundo automático con el uso masivo de datos. El código lineal aporta eficiencia en las operaciones con la lectura de la reflexión de la luz que emite un dispositivo lector equipado con un decodificador. El código de dos dimensiones aporta una explosión de datos útiles para aumentar la eficiencia en muchas más operaciones y para intercambiar información con el consumidor, con la lectura de la imagen con un dispositivo lector equipado con cámara y decodificador.

Detrás del código de barras y del QR se encuentra GS1, la organización que administra globalmente la asignación de códigos para los fabricantes.

¿Por qué? Empecemos haciendo las preguntas del sector que impulsó el nacimiento del código de barras. Contrariamente a lo que se podría pensar no fue el sector de la tecnología, sino el que se encarga de la producción y distribución de productos de consumo masivo. Su característica de gestión más importante se encuentra en el enorme numero de unidades vendidas y la ventaja competitiva exige el máximo de eficiencia.

Algunas preguntas son ahora y entonces imprescindibles para la gestión de los establecimientos comerciales y la venta de gran consumo. Por ejemplo: ¿Cómo ha ido la evolución de las ventas ido esta semana de invierno sin frío? ¿Cómo me anticipo a la rotura de stocks para que no falte nada en la campaña de navidad?  ¿Qué productos están a punto de caducar y tengo que promover antes de retirar? ¿En qué productos puedo ajustar los precios para motivar al consumidor mientras el margen siga soportando bien la velocidad de la rotación? ¿Cómo puedo saber el cumplimiento de las expectativas en el lanzamiento de una novedad? ¿Cómo sé si sirve una promoción, sin tener que esperar a tener perdidas por encima de mi presupuesto?…

Con la automatización de la identificación de los productos en su paso por caja a la salida de los establecimientos comerciales se puede a responder a cada una de las preguntas y convierte al código de barras en la herramienta básica, sencilla y necesaria. Con la captura automática de la numeración única de artículo o referencia, se registran los movimientos que se producen, es decir se registra cada venta. El sistema informático procesa esta información y da respuesta a las preguntas planteadas.

Detrás del código de barras se encuentra GS1 que es la organización que administra globalmente la asignación de códigos para que los fabricantes asignen un único código a cada referencia.

El código de barras entró en funcionamiento hace 50 años, iniciando el registro automático en la venta de los productos de gran consumo en los establecimientos comerciales. Hay dos tipos de razones que explican su éxito y perdurabilidad:

1) Técnicas. Con la invención del rayo láser en 1960 se pudo capturar la reflexión de la luz y convertir la señal óptica en el contenido digital que representa. Los esfuerzos liderados por empresas tecnológicas para mejorar las prestaciones de los ordenadores y sus programas, junto con la automatización de la entrada de datos, propiciaron la capacidad de responder a preguntas de gestión como las que indicábamos antes.

2) Organizativas. El liderazgo compartido en el sector de gran consumo entre fabricantes, comerciantes y empresas de tecnología agrupados en la organización internacional sin ánimo de lucro GS1 con sede en Bruselas es un aspecto clave para que la innovación triunfe.

De todo ello hablo en detalle en mi reciente libro Innovación y liderazgo. El nacimiento del código de barras, que podéis encontrar en librerías y en este enlace: https://www.unebook.es/es/libro/innovacion-y-liderazgo_318578

En estos momentos, la aceleración de las capacidades de proceso de los sistemas informáticos de gestión (ERP) y la explosión de internet y de los teléfonos inteligentes dotados de una cámara fotográfica plantean nuevas preguntas que con el código de barras lineal que identifica a las referencias no se pueden responder. Preguntas de interés a las empresas y preguntas de interés al consumidor. Por ejemplo: ¿Qué empresa ha fabricado este producto? ¿Cómo puedo leer y comparar las características organolépticas del producto? ¿Dónde está la información sobre el contenido y la fecha de caducidad? ¿Dónde están las instrucciones de uso? ¿Puedo leer las instrucciones en mi idioma? ¿Hay algunas recomendaciones y sugerencias de uso? ¿Cómo puedo ser transparente con mis clientes? ¿Podría interactuar directamente con mis clientes cuando se acercan a mi producto? ¿Este envase está reutilizado?

También bajo el paraguas de GS1 se ha desarrollado el Digital Link con los códigos de dos dimensiones (QR y Datamatrix). ¿Qué es? En un espacio mas pequeño que el código de barras lineal, otra vez se han puesto de acuerdo muchas empresas de muchos sectores para que GS1 desarrolle la normativa gracias a la cual se puede dar respuestas a las preguntas planteadas con la captura de la imagen de dos dimensiones, que contiene mucha más información que la simple identificación del producto.

El Digital Link es el futuro y el presente. Empresas verticales del sector de la moda ya lo están utilizando. También empresas de productos de alimentación frescos y otras muchas como las bodegas que están obligadas desde el 8 de diciembre de 2023 a seguir el nuevo reglamento 2021/2117 de la Unión Europea sobre etiquetado de vinos. GS1 ha acordado que a finales de 2027 los lectores de las todas las tiendas serán capaces de decodificar y procesar el Digital Link.

Sin ánimo de ser exhaustivo algunos ámbitos de aplicación del Digital Link son:

– Reducción del desperdicio alimentario con el control de las fechas de caducidad y número de lote.

– Aumento de la seguridad alimentaria gracias a la gestión por lotes de producción.

– Transparencia y confianza sobre el camino desde el huerto a la mesa del consumidor.

– Potenciar la economía circular con la información del uso y reutilización de los envases y packaging.

– Conectar con el consumidor que cada vez es más “prosumidor”, es decir, consumidor que participa activamente en su creación, promoción y mejora del producto o servicio.

– Enviar recomendaciones o enlaces a redes sociales o visionado de vídeos de influencers o sobre la utilización del producto, por ejemplo, recetas.

¡El código de barras de una o dos dimensiones tiene una larga vida!

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