Dada la incidencia que tiene la logística interna en el servicio al cliente, estos procesos se convierten en un factor básico del marketing en el siglo XXI.
La logística interna la podemos definir como la parte de la logística que se encarga de la organización de todos los flujos de materiales e información que se producen dentro de la propia empresa. Son los siguientes:
– Gestión de almacén. En este aspecto la logística interna se encarga del control de todos los procesos operativos que se producen en el interior de las instalaciones de almacenaje.
– Control del inventario. La logística interna nos debe permitir reflejar de una manera adecuada, en el sistema de información que utilice la compañía, todos los movimientos físicos de entrada y salida de cara a tener perfectamente controlado el inventario de la compañía.
– El transporte interno de materiales. Tanto el que se produce dentro del almacén como entre los distintos eslabones de la red de distribución o producción de la empresa.
Claves principales
La planificación de la logística interna convierte al almacén en el eje central en que es necesario integrar y coordinar el trabajo de distintas áreas de la empresa que influyen en la misma, como son compras, marketing y producción. Las grandes claves que tenemos que trabajar en el almacén serán las siguientes:
– Elección de elementos de manipulación y almacenaje. Los desplazamientos y movimientos de cargas representan un porcentaje suculento de los costes que se producen en la logística interna. Las opciones que podemos utilizar para realizar esos movimientos son muchas y han sufrido importantes avances y transformaciones en los últimos años. La automatización de la logística interna nos tiene que llevar a que las máquinas se encarguen deaquellas tareas más repetitivas y pesadas, pese a ello nunca debemos olvidar que los operarios son muy importantes, pues posibilitan que el almacén siga funcionando a pleno rendimiento.
– Diseño del lay out. De cara a maximizar la capacidad de almacenamiento, así como la flexibilidad en el movimiento de materiales dentro de nuestro almacén con el objetivo puesto en incrementar al máximo la productividad de nuestros recursos humanos y materiales. Un último aspecto a tener en cuenta en el diseño del lay out será la seguridad y la ergonomía del trabajo que realizan nuestros operarios.
– Selección e implantación de software y dispositivos. Otra de las claves para que nuestra logística interna funcione es realizar una adecuada selección del sistema de información que va a gestionar nuestra logística interna, controlando y registrando los movimientos de la mercancía dentro de nuestro almacén, así como entre las instalaciones de la empresa garantizando su trazabilidad.
Dispositivos interconectados
Es otra gran decisión que tenemos, ya que nos van a garantizar el traspaso de información del entorno real al entorno digital y van a permitir mejoras en los procesos de gestión de la información. Estos sistemas interconectados son los encargados de canalizar las órdenes del SGA hacia los operarios y los sistemas automáticos.
– Diseño y puesta en marcha de procedimientos operativos de entrada y salida. Los procesos operativos en un almacén suelen ser bastante complejos y otra de las grandes claves de la logística interna será diseñar un conjunto de procesos operativos donde varios proveedores entregan simultáneamente bienes diferentes entre sí, para que los clientes internos los almacenen, transformen y preparen para su posterior expedición a clientes externos. Se trata, por lo tanto, de un ambiente tridimensional, complejo y dinámico, donde la organización y optimización desempeña un papel fundamental en la productividad y rentabilidad de la actividad en cuestión.
Por áreas de la empresa
Estos procesos de gestión suelen tener una fuerte incidencia en la empresa, ya que es un punto en el que confluyen intereses de diferentes departamentos, los cuales necesitan de un adecuado funcionamiento de todos los procesos operativos que se producen en la logística interna para poder cumplir con sus objetivos. Entre las áreas que presentan un mayor interés en el funcionamiento del almacén cabe destacar:
– Marketing/Comercial. Su objetivo es disponer de puntos de almacenaje lo más cercanos al cliente, con la cantidad suficiente de stock de un producto terminado para con ello conseguir el mejor nivel de servicio al cliente tanto en tiempo como en cantidad.
– Financiero. Su objetivo es disponer del menor número de puntos de almacenaje, con los stocks más bajos posibles para conseguir una optimización de costes y con ello la mejor rentabilidad empresarial.
– Producción. Al igual que Marketing persigue disponer del stock suficiente de materia prima y del espacio suficiente en almacenes que permita que no exista en ningún momento problemas en el funcionamiento del proceso productivo.
Objetivos generales
Teniendo en cuenta, los objetivos que persigue la logística y los objetivos que persiguen los departamentos que se relacionan con la función de almacenaje, deberemos establecer unos objetivos generales de partida tanto para el diseño del almacén como para su posterior gestión:
– Objetivos relacionados con el coste:
Aprovechar el espacio. El almacén debe disponer en todo momento de la superficie ajustada a las necesidades del inventario y a los procesos de manipulación que en el mismo se desarrollan.
Optimizar los tiempos de manipulación. Debemos disponer de los recursos adecuados de manipulación y almacenaje, así como tener un diseño de almacén que favorezca este objetivo.
Facilitar el control de los inventarios. Hay que establecer unas reglas de juego, unos criterios de gestión y apoyarnos en unos sistemas de información adecuados a nuestras necesidades para garantizar la variable básica de la gestión de un almacén.
Ajustar los niveles de inversión a las necesidades del producto/cliente. La evolución de los elementos de almacenaje, manipulación, hardware, etc. que podemos utilizar en almacenes ha evolucionado mucho, cada empresa debe ajustar estos elementos a sus necesidades y a su capacidad financiera.
– Objetivos relacionados con el servicio:
Disminuir el número de errores en el servicio al cliente. El factor básico en cualquier empresa es el cliente, no cometer errores en los pedidos que nos realizan permiten avanzar en la consecución de uno de los grandes objetivos de las compañías que es la fidelización del cliente.
Mantener la rotación de stocks. Al cliente hay que darle una respuesta rápida, necesitamos controlar el inventario y disponer en todo momento de las cantidades en específico que nos solicite dentro de nuestros almacenes.
Capacidad de adecuarse a la evolución de las necesidades de los clientes/productos. La evolución de los mercados es continua, el cliente va cambiando y el almacén en todos sus aspectos, desde infraestructuras a procesos operativos se deben ir adecuando a las necesidades.
Bajo este análisis podemos llegar a la conclusión de que por la incidencia que tiene la logística interna en el servicio al cliente, estos procesos se convierten en un factor básico del Marketing en el siglo XXI.