Los principales grupos siguen manteniendo una posición destacada en este sector en crecimiento en el que ya hay nuevas empresas especializadas en servicios de última milla.
La actividad logística asociada a operaciones de comercio electrónico experimentó en España en el período 2015-2021 aumentos anuales de dos dígitos, destacando en particular el año 2020, en el que el ascenso superó el 25%. En 2022 se observó una ralentización en el ritmo de crecimiento, a causa de factores como la reactivación de las ventas en tiendas físicas tras el impacto de la pandemia en el bienio 2020-2021, la alta inflación y el freno del gasto de las familias, especialmente en la última parte del año. La moderación del crecimiento de la actividad reforzó la intensidad competitiva en el sector, afectando, junto con el notable ascenso de los costes de explotación, a la rentabilidad de los operadores.
De esta forma, el volumen de negocio generado por la actividad de prestación de servicios de almacenamiento, transporte y distribución de productos vendidos en internet experimentó en 2022 un crecimiento del 8,8%, hasta alcanzar los 3.100 millones de euros. Esta cifra es, no obs-tante, el doble de la contabilizada en 2018 (1.550 millones de euros) y supone multiplicar por más de tres la correspondiente a 2015 (955 millones).
El número de ciudadanos que realizan compras online (entre 16 y 74 años de edad) registró en 2022 un crecimiento moderado, del 2,5%, tasa inferior al 8,9% alcanzado en 2020 y al 6,4% de 2021. Sin embargo, esto supuso la incorporación al comercio electrónico de más de medio millón de nuevos compradores, contabilizándose ya un total de 24,06 millones de personas en España.
Andalucía concentra en torno al 18% del número total de compradores de productos en formato físico a través de internet, destacando también Catalunya y Madrid, con porcentajes respectivos de alrededor del 16%.
La ropa, el calzado y los accesorios de vestir son los productos con una mayor demanda a través de internet. Así, en 2022, el 70,1% del total de compradores adquirieron este tipo de productos, mientras que el 41,5% compraron comida procedente de restaurantes o empresas de catering y algo más del 30% afirmaron haber adquirido artículos deportivos, productos de cosmética, belleza y bienestar, y ordenadores, teléfonos móviles y otros dispositivos electrónicos.
El fuerte auge de la demanda, en particular desde el año 2015, ha atraído al sector a nuevos operadores, principalmente empresas especializadas en servicios de última milla, en tanto que las grandes compañías han creado divisiones específicas para atender a esta actividad. Se aprecia, asimismo, una creciente implantación en núcleos urbanos de redes de puntos de recogida y taquillas inteligentes.
A pesar de la pérdida de dinamismo del negocio registrada en el último año, la actividad logística vinculada a operaciones de comercio electrónico continúa aumentando su participación en los ingresos totales de las empresas de mensajería y paquetería. Por su parte, los principales grupos siguen manteniendo una posición destacada en el sector, pese al efecto de la entrada de nuevos competidores.
A este respecto, las cinco primeras compañías reúnen una cuota de mercado conjunta de alre-dedor del 45%, mientras que la participación de las diez primeras se eleva hasta el entorno del 60%.
Se aprecia una creciente implantación en núcleos urbanos de redes de puntos de recogida y taquillas inteligentes.
En 2023 se mantiene la ralentización del consumo privado iniciada en los últimos meses de 2022, lo que está afectando a las ventas del sector. Además, tras la normalización de la situación sanitaria, las ventas en tiendas físicas han recuperado protagonismo, tendencia que también está ejerciendo un efecto desfavorable sobre la logística asociada al comercio electrónico.
De esta forma, según las últimas previsiones del Banco de España, el consumo final de los ho-gares crecerá un 1,2% en 2023, mientras que en 2024 podría reactivarse ligeramente, hasta registrar una variación de algo más del 2%. Por su parte, el producto interior bruto crecerá úni-camente un 1,6% en 2023 y un 2,3% en 2024, frente al ascenso del 5,5% contabilizado en 2022.
Cabe destacar también las amenazas que a corto plazo suponen el debilitamiento de las eco-nomías nacional e internacional, los elevados costes de explotación y la escasez de mano de obra en el sector del transporte. En los primeros meses de 2023 se aprecia, además, incrementos de tarifas, lo que ha motivado que algunas grandes cadenas de distribución minoristas analicen la posibilidad de cobrar por las devoluciones.
Otras soluciones pasan por aumentar la oferta de opciones de entrega alternativas al domicilio, así como la agrupación de pedidos, el desarrollo de hubs urbanos desde donde realizar la última parte del reparto y una mayor colaboración entre todos los actores que intervienen en el proce-so.
En este contexto, se estima un crecimiento del volumen de negocio generado por los servicios logísticos para operaciones de comercio electrónico de alrededor del 6% anual en el período 2023-2024, lo que daría como resultado una cifra en torno a los 3.500 millones de euros en este último año.