“La investigación y la innovación de altísima calidad que se desarrolla en Catalunya ha de tener un impacto directo en la salud y el bienestar de la población”.
La economía circular ya permite recuperar hasta el 95% de las partes de un automóvil, volviéndose a emplear en la industria o destinándolas a otros fines.
La resiliencia que mostremos será fundamental para superar la prueba, pero el aguante de los ciudadanos y de las economías de los hogares y empresas no es infinito.
Hoy tenemos ejemplos de empresas que también están innovando en unos viñedos, en un hospital, en un club de fútbol, en un periódico o en la gestión del agua.
El turismo internacional y la industria automovilística han sido los sectores más afectados por la pandemia, y eso ha tenido su impacto en la economía catalana.
Revertir dicha situación es una necesidad y el uso de los fondos europeos debería servir para crear empleo y promover un mercado laboral juvenil inclusivo.
En terrenos como el ocio, la formación o el marketing tienen un potencial enorme, esperando que genere un mercado de 800.000 millones de dólares en 2024.