“La investigación y la innovación de altísima calidad que se desarrolla en Catalunya ha de tener un impacto directo en la salud y el bienestar de la población”
Catalunya es una de las principales regiones de toda Europa en producción científica en el ámbito de la salud y las ciencias de la vida. La capacidad investigadora de la BioRegión —el ecosistema de las ciencias de vida y la salud de Catalunya— está internacionalmente reconocida por el gran número de artículos científicos de alto valor e impacto que se publican, la captación de gran parte de los recursos públicos europeos competitivos para financiar proyectos de investigación, o el desarrollo de ensayos clínicos de nuevas terapias o tratamientos en oncología, enfermedades respiratorias, del sistema nervioso central o enfermedades raras. Por todo ello, el nivel de la investigación en salud y ciencias de la vida de Catalunya es equiparable a países de referencia como Dinamarca, Austria o Finlandia, entre otros.
No obstante, su altísima capacidad y actividad en el desarrollo de este nuevo conocimiento no es comparable con las dificultades que como sistema tenemos en transferirlo hacia la sociedad. Es decir, en conseguir que la investigación que puede aportar nuevas soluciones a problemas reales llegue a los centros sanitarios y, por lo tanto, ayude a mejorar el bienestar y la salud de la población.
Todo este camino es lo que se entiende de forma genérica como “innovación” e incluye principalmente tres fases que son críticas para abordar con éxito el proceso: 1) la transferencia del conocimiento desde el entorno más académico hacia un objetivo más de aplicabilidad de los resultados de la propia investigación; 2) el desarrollo, validación y escalado de esta tecnología pensando en su futura industrialización y posterior comercialización; 3) la adquisición y uso de estas nuevas soluciones tecnológicas en los propios centros sanitarios. Esta última fase es la que permite que finalmente las personas accedan de forma directa a nuevas soluciones a sus enfermedades o necesidades médicas y se denomina comúnmente como “adopción de innovación”.
Los productos que se desarrollan para mejorar la salud de las personas tienen unos condicionantes que ralentizan su acceso al mercado.
A diferencia de otros sectores, los productos que se desarrollan para mejorar la salud de las personas y hacer más eficientes los propios sistemas sanitarios tienen unos condicionantes inherentes que ralentizan su acceso al mercado: requerimientos regulatorios que garanticen la eficiencia, efectividad y seguridad de estos productos; las limitaciones presupuestarias para adquirir nuevas tecnologías accesibles para toda la población conllevan que los criterios de coste-eficiencia sean muy relevantes; el desarrollo de esta innovación necesita a menudo poder validarse y testarse con los propios datos de salud, especialmente protegidos desde el punto de vista ético y de privacidad… Todo ello comporta que esta puerta a los centros sanitarios sea a menudo un cuello de botella crítico y difícilmente salvable.
Por todo ello, recientemente Biocat ha recibido el encargo del Departament de Salut de la Generalitat de Catalunya de constituir un grupo de trabajo transversal, multidisciplinar y que, por primera vez, reúne a todos los principales agentes del ecosistema que cubren todas las fases de la innovación anteriormente descritas. Su misión principal es definir de forma consensuada una ruta preferente de aproximación de las soluciones innovadoras al sistema de salud que facilite y agilice el acceso a los centros sanitarios, y consecuentemente a los pacientes, de estas nuevas tecnologías, terapias o procesos. Así surgió la “Subcomisión de adopción de innovación al sistema de salud”, constituida el pasado octubre y que tiene, entre muchos otros, los siguientes retos a afrontar:
— Identificar y coordinar los diferentes agentes e instituciones del ecosistema que participan en alguna de las fases de desarrollo de nueva innovación sanitaria.
— Conectar las necesidades y demandas del propio sistema de salud con las potenciales soluciones que emergen de la ciencia y la investigación.
— Incentivar la innovación y el espíritu emprendedor promoviendo todos aquellos instrumentos necesarios para que estas tecnologías puedan desarrollarse y no se estanquen a medio camino.
— Democratizar el acceso a los datos sanitarios anonimizados, empoderando la decisión de cada individuo sobre su uso, en tanto que propietarios últimos de esta información.
La ambición de esta subcomisión es de máxima envergadura, pero aún lo es más la imperiosa necesidad que la investigación y la innovación de altísima calidad que se desarrolla en Catalunya tenga un impacto directo en la salud y el bienestar de la población. Liderar un proyecto de estas características es un gran reto para Biocat pero, sobre todo, es una gran responsabilidad que tenemos como ecosistema que trabaja para construir una sociedad más saludable, más avanzada, más justa y con mayores oportunidades.