A pesar de los buenos indicadores en innovación, la competitividad del tejido productivo, un sistema educativo empobrecido y la falta de inversión frenan la expansión de la economía.
“La investigación y la innovación de altísima calidad que se desarrolla en Catalunya ha de tener un impacto directo en la salud y el bienestar de la población”.
“El reto para garantizar el futuro social y tecnológico de Catalunya pasa por construir muchos más puentes entre el ámbito de la ciencia y el ámbito de la empresa”