El escenario catalán en materia de renovables pone en evidencia que su impulso es una de las principales asignaturas pendientes y tema de preocupación económica.
La inversión extranjera en Catalunya ha experimentado un cambio significativo en los últimos años, con un notable incremento en el valor y la magnitud de los proyectos. Estos ahora se centran más en factores estratégicos que en la reducción de costes, reflejando un nuevo enfoque en la cadena de valor y el talento local.
Más allá de lo estrictamente deportivo, también genera empleo y riqueza, con 85.000 empleos directos e indirectos y más de 6.000 empresas relacionadas.
A pesar de los buenos indicadores en innovación, la competitividad del tejido productivo, un sistema educativo empobrecido y la falta de inversión frenan la expansión de la economía.
“La investigación y la innovación de altísima calidad que se desarrolla en Catalunya ha de tener un impacto directo en la salud y el bienestar de la población”.
Utilizamos cookies propias y de terceros para mejorar la experiencia del usuario a través de su navegación. Si continúas navegando aceptas su uso. Aceptar