La robótica es una tecnología transversal, con múltiples aplicaciones en gran parte de los sectores económicos, y supone una clara ventaja competitiva para las empresas.
Los robots hacen que las empresas facturen y vendan más, generen más valor añadido y, en consecuencia, paguen mejor a sus trabajadores. Invertir en innovación y robótica es una apuesta segura para las industrias, en opinión de Joan Torrent, catedrático de Economía e investigador de los Estudios de Economía y Empresa de la UOC, autor de un estudio en el que ha analizado la actividad y los resultados de 1.190 empresas catalanas durante 25 años (1991-2016).
Ahora, recalca, en estos años pospandemia los usos de la robótica industrial siguen creciendo en cantidad y especialmente en calidad. “Nos basamos en datos de la International Federation Robotics pero también internos. La revolución de la inteligencia artificial y el aprendizaje de las máquinas está llegando al mundo de la robótica. Actualmente tenemos a nuestra disposición robots con más funcionalidades, lo que pone a prueba nuestras habilidades humanas para utilizarlos”.
Las compañías robotizadas pueden llegar a facturar hasta cinco veces más que las demás. Asimismo, el hecho de contar con esta maquinaria supone una ventaja competitiva decisiva para las empresas. En cifras, la eficiencia de estas empresas se dispara un 75,5% más comparada con otras. Eficiencia en términos de productividad del trabajo, en opinión de Joan Torrent. “El vínculo entre uso de robótica industrial y productividad es bidireccional. Las empresas son eficientes porque usan robots y, al mismo tiempo, utilizan robots porque son eficientes. Normalmente, son compañías digitalizadas porque están preparadas para ello”, aclara. “Por eso es tan importante proporcionar habilidades y competencias digitales a empresarios y trabajadores”.
Es cierto que el interés de los empresarios por la robótica ha aumentado a la vez que han crecido sus funcionalidades en los últimos años. No obstante, el uso conjunto e intenso de todas las tecnologías 4.0 sigue siendo débil e insuficiente. “Desde la primera oleada de la transformación digital sabemos que las pymes necesitan ayuda. Pero se hecha a faltar una estrategia nacional sobre lo que se conoce como cuarta revolución”, explica Jordi Aguasca, director de la Unidad de Transformación Tecnológica y Disrupción en ACCIÓ. Por eso, añade, “en Catalunya y el resto de España llegamos tarde y mal, y esto es responsabilidad de todos, de los empresarios, de los agentes sociales y de la política pública”.
La digitalización y automatización de los procesos que caracterizan a la economía 4.0 no consiste solo en gastar dinero en software y cableado. La digitalización implica adaptar la empresa a nuevos contextos estratégicos y organizativos. “Eso pasa por repensar los modelos de organización desde una óptica digital. También significa adaptar la formación y la cualificación de las personas que trabajan codo con codo con estos robots. Algo que no todas las compañías consiguen hacer con la misma eficiencia”, reflexiona el catedrático de la UOC. El experto insiste y lanza una observación general: las empresas no consiguen traducir en mejores rendimientos el hecho de combinar la inversión en robótica y la innovación empresarial con la actividad tradicional.
Esta dificultad se acentúa en las pequeñas y medianas empresas. Las pymes suelen estar muy lejos de las habilidades individuales y las capacidades organizativas necesarias para implantar y usar con éxito los robots, junto con la mayoría de las nuevas tecnologías digitales de la segunda oleada. “Por esto, es tan importante desarrollar programas de ayuda. Además, los investigadores estamos descubriendo alarmados el enorme poder de mercado que acumulan unas pocas empresas en todos los sectores de actividad y en el mundo”, dice Torrent. “Es imprescindible recuperar el apoyo real y efectivo a las pymes y revitalizar las políticas de competencia”.
Casi un 30% de la industria catalana está robotizada. No obstante, en el sector servicios y en las pymes la participación es mucho más pequeña (apenas llega al 20% en las industriales).
El potencial catalán
En Catalunya existen aproximadamente 150 empresas dentro del ámbito de la robótica que ingresan unos 500 millones de euros y generan 2.000 puestos de trabajo, según el último estudio de ACCIÓ (2020). Un 18% de estas sociedades catalanas son startups que constituyen una gran palanca para la innovación. Las empresas emergentes tienen y tendrán un rol clave en un contexto de transformación como el actual. En conjunto, Catalunya cuenta con más de 2.000 startups, de las que un 76% trabaja con tecnologías vinculadas a la industria 4.0. En detalle, la comunidad autónoma catalana contabiliza 291 startups deeptech, con raíces en la ciencia, la tecnología y la ingeniería. Estas empresas emergentes ponen especial foco en el potencial de las tecnologías más disruptivas, como el blockchain, la inteligencia artificial y la robótica. “Las empresas de robótica –explica Jordi Aguasca– han introducido sistemas que emplean el aprendizaje automático (machine learning), la inteligencia artificial y la visión por computación o visión artificial. Además, las mejoras en aspectos mecánicos y la automatización industrial están contribuyendo al crecimiento del ecosistema de la robótica”.
En cuanto a inversión extranjera, Catalunya es la primera comunidad autónoma en captación de inversión en robótica, dado que recibe un 65% del total español. Y es la quinta región de Europa occidental con más proyectos de este tipo.
¿Por qué Catalunya se ha convertido en la cuna de la inversión extranjera en robótica? Desde ACCIÓ, Jordi Aguasca nos da la respuesta: “Contamos con una economía basada en la industria con mucho peso en logística, sector clave en la implementación de robots. También disponemos de un potente ecosistema tecnológico que favorece la integración de la robótica con otras tecnologías como el big data, la realidad aumentada, el IoT o la ciberseguridad. Esto incluye infraestructuras de primer nivel como el Barcelona SuperComputing Center, centros tecnológicos con líneas de investigación específicas en el campo de la robótica (como Eurecat o Leitat) y una gran oferta formativa”.
Las principales multinacionales fabricantes de robots ya tienen sede en Catalunya. Las danesas Universal Robots y Mir abrieron un hub de robótica colaborativa en el distrito 22@ de Barcelona a finales de 2019. La suiza ABB, una de las principales creadoras de robótica industrial del mundo, cuenta con un centro de excelencia mundial de diseño y producción de celdas robóticas en Catalunya. Otros ejemplos incluyen a la alemana Kuka y a la japonesa Yaskawa.
Principales aplicaciones
Los expertos ven la robótica como una tecnología transversal, con múltiples aplicaciones en gran parte de los sectores económicos. En la industria, los robots automatizan procesos y mejoran la seguridad en campos como la automoción (vehículos autónomos), la exploración aeroespacial, la inspección y mantenimiento, la logística, la educación (para potenciar el desarrollo de habilidades y competencias en disciplinas STEM), la salud (con robots quirúrgicos para llevar a cabo procedimientos más complejos), las finanzas, la agricultura o el ocio.
Si hubiera que destacar una aplicación concreta de la robótica, la tendencia es la robótica colaborativa. Los cobots pueden compartir espacio de trabajo con las personas y aprender tareas nuevas. Son de fácil instalación y programación y contribuyen al incremento de la productividad y la seguridad. De hecho, se estima que el mercado de robots colaborativos moverá 12.303 millones de dólares dentro de dos años, con una tasa de crecimiento anual por encima del 50%. “La importante tasa de adopción por parte de las pymes, las constantes mejoras en la interfaz humano-máquina (HMI) y la capacidad de la inteligencia artificial para imitar el comportamiento humano convierten a los cobots en una solución muy interesante en un entorno de trabajo seguro”, detalla Aguasca. Por otra parte, el crecimiento del mercado de cobots se puede atribuir a la previsible caída de precios de estos robots, al aumento de la inversión por parte de las industrias y la mejora constante de los dispositivos. Los cobots tienen presencia, principalmente, en la industria del automóvil, la alimentación, la salud, la electrónica y la maquinaria industrial.
Algunos ejemplos
– Las aplicaciones de inteligencia y visión artificial en la robótica industrial son las novedades más relevantes del sector. El uso de algoritmos deep learning en la visión digital y el análisis de las imágenes hace posible que surjan mejoras significativas en la automatización de procesos industriales. Procesos como el control de calidad, el paletizado y despaletizado, el picking o la navegación de robots móviles autónomos (ARMs, AGVs o drones). Algunos ejemplos de estas innovaciones se presentaron en la última edición de la feria Advanced Factories, del 18 al 20 de abril en Barcelona. Varias compañías catalanas proveedoras de soluciones de Industria 4.0, como Bcnvision e Infaimon, dieron a conocer sus soluciones de visión artificial aplicada a la robótica industrial. También es el caso del centro tecnológico Eurecat que mostró una solución de visión artificial para el sector textil, que permite validar el tamaño de una prenda y realizar el control de calidad de forma automatizada.
– Bajo el apoyo de ACCIÓ, la manresana Deima incorpora robots colaborativos en líneas de producción automatizadas. Estos cobots también se instalan en procesos automatizados de verificación y control de calidad de soldadura en piezas de automoción. La automatización robótica es económicamente viable también para medianas empresas y pequeñas líneas de producción. “Esto es posible porque cuenta con una plataforma de software actualizable, lo que la convierte en una inversión rentable a largo plazo”, argumentan.
– La empresa de servicios legales Amstro empezó a introducir robots en el año 2018. “En los últimos años, a nuestro sector se le exige un aumento de las tareas y la calidad del servicio, pero a precios más bajos y competitivos. Estas circunstancias nos llevaron a apostar por distintas tecnologías que hicieran más eficiente la prestación del servicio de BPO (subcontratación de procesos de negocio)”, cuenta Albert Borràs, CEO de Amstro. Desde entonces, usan robots RPA para dar respuesta a las necesidades de sus clientes. La gran mayoría de tareas y procesos en los que intervienen los robots son repetitivos, de bajo valor añadido, como el escaneo de documentos, y que ayudan a mover el dato entre sistemas, plataformas o procesos. “En nuestro caso, hemos detectado que la robótica nos aporta eficiencia, precisión, capacidad de gestionar datos de forma masiva y rentabilidad. En definitiva, mejora la calidad del dato. Actualmente, estamos involucrando robots en procesos más complejos gracias al aprendizaje y know how obtenido en los últimos años”.
– Siemens ha desarrollado el novedoso software Simatic Robot Pick con el que se mejora la preparación de pedidos y se organiza de manera óptima el almacenamiento vertical de productos de sectores como farma y alimentación y bebidas. Es la primera vez que se presenta una aplicación basada en inteligencia artificial para lograr soluciones de robótica avanzada que antes no se podían automatizar. La aplicación se ejecuta a través de la plataforma Siemens S7-1500, lo que facilita y flexibiliza su instalación en cualquier almacén.
– El centro tecnológico Eurecat, junto a la empresa Jansa, ha creado una solución para la automatización del proceso de montaje de piezas metálicas en vigas del sector de la construcción. El proyecto permite planificar la trayectoria del robot en tiempo real, a partir de datos de escaneo 3D. “De hecho, puede localizar las diferentes piezas y preparar y ejecutar automáticamente las operaciones necesarias para realizar el montaje requerido”, afirma la investigadora de la Unidad de Robótica y Automatización de Eurecat, Lucía Pérez. Además, el robot responde de manera dinámica a los cambios en la geometría o en la presentación de las piezas, tal y como explica la investigadora. Esta tecnología se enmarca en la robótica colaborativa, ya que permite la interacción persona-robot con un propósito: que el operador pueda validar la pieza y su posición. “De esta manera se puede proceder a la soldadura de manera cómoda y segura”, comenta el director de la Unidad de Robótica y Automatización de Eurecat, Daniel Serrano.
– Entre las innovaciones de ABB citamos el robot colaborativo de última generación GoFa 15000. En la feria Advanced Factories han mostrado dos GoFas para dos funciones muy distintas: recogida de piezas con visión 3D y soldadura. Además, el Flexley Mover omnidireccional, con una capacidad de carga de hasta 1.000 kilos, se caracteriza por su maniobrabilidad. En concreto, es capaz de girar sobre sí mismo mientras transporta piezas para logística automatizada. Finalmente, el IRB 390 FlexPacker es un robot delta que permite aplicaciones de pick & place de alta producción: prepara y embala con gran rapidez todo tipo de mercancía para las industrias logística, farmacéutica, cosmética y de alimentación y bebidas.