Nuevas tecnologías, sostenibilidad, ética, dobles titulaciones, internacionalización… son algunas de las bases en estudios universitarios de reciente creación.
En un mundo que cambia a grandes pasos, las titulaciones universitarias tratan de adaptarse a las nuevas demandas. En los próximos cinco años habrán cambiado hasta uno de cada cuatro puestos de trabajo (23%), según el Informe sobre el Futuro del Empleo 2023 del Foro Económico Mundial, que recoge que más de tres cuartos de las 803 empresas encuestadas prevén adoptar tecnologías de big data, computación en la nube e IA en ese período.
También hay carreras, como matemáticas o medicina que, siendo tradicionales, se hacen clave y necesarias en una proyección de futuro. El informe 2023 de inserción laboral de los graduados en universidades españolas de la Fundación BBVA y el Ivie, en base a la Encuesta de Inserción Laboral de los Titulados Universitarios (INE), señala medicina en primer lugar, con una tasa de empleo del 95%. Y con porcentajes similares figuran la mayor parte de las ingenierías (aeronáutica, telecomunicaciones, tecnologías industriales…) y la informática.
“Las especializaciones están muy bien, pero también necesitamos muchos más médicos generalistas”, apunta Xavier Segura, presidente de la Comisión de Universidades de Pimec analizando la falta de estos profesionales. Y más matemáticos: “Hace 20 años era una profesión con una salida bastante limitada y enfocada más a ámbitos educativos, pero hoy la mayoría de las empresas los necesitan para trabajar en procesos digitales, con algoritmos, en análisis de datos, y no hay suficientes”.
Nuevos conceptos
– Las nuevas carreras tienen en cuenta aspectos que forman parte del debate social. El uso ético de las TIC, por ejemplo, está a la orden del día para saber de qué forma utilizarlas mejor. De todo ello nace la asignatura obligatoria de ética en el grado de Ciencias e Ingeniería de Datos de la UPC, una de las universidades del Estado y de Europa pioneras en llevar a cabo titulaciones adaptadas a las necesidades actuales.
En la asignatura de este grado, que se imparte en la Facultad de Matemáticas y Estadística (FME), la Escuela Técnica Superior de Ingeniería de Telecomunicación de Barcelona (ETSETB) y en la Facultad de Informática de Barcelona (FIB), los estudiantes analizan la tecnología (y especialmente la IA) y las relaciones humanas y sociales, y se organizan talleres junto a los estudiantes de filosofía de la Universidad de Barcelona. “Vimos imprescindible, para quienes tocan IA, big data y machine learning, contar con conocimientos de las implicaciones éticas de su trabajo, y en concreto en el tratamiento de datos hay muchas”, señala Eva Vidal, profesora de esta asignatura.
Especialistas en cualquier área técnica deben conocer los impactos ambientales, sociales y éticos de su especialidad, y esta universidad quiere implantarlo en prácticamente todas las carreras. “Está en marcha, ya hemos hecho un plan piloto en la UPC, hemos revisado muchos de los grados, y pediremos que sea obligatorio presentar un informe de estos impactos en los trabajos finales de las carreras”, remarca la profesora.
– La transición ecológica podría crear 30 millones de puestos de trabajo en todo el mundo en el ámbito de las energías limpias, la eficiencia y las tecnologías de bajas emisiones de aquí a 2030, según el estudio del Futuro del Empleo 2023 del Foro Económico Mundial. En esta línea, la Universidad Autónoma de Barcelona cuenta con el Grado en Gestión de Ciudades Inteligentes y Sostenibles.
De reciente creación, se basa en los conocimientos de las tecnologías de la información y las comunicaciones capaces de resolver retos relacionados con la gestión de una ciudad que integra, de una forma inteligente, la población, la economía, la movilidad, el medio ambiente y la administración.
Lluís Ribas, coordinador del grado, incide en que tiene fuerte demanda, siendo superior a las 60 plazas disponibles. “Desde un inicio se ha establecido competencia en equipos multidisciplinares y en afrontar retos que son problemas reales de empresas e instituciones en el ámbito de las ciudades inteligentes”.
Aunque no disponen de datos sobre la inserción de los alumnos, al graduarse los primeros en 2020, todos hacen prácticas externas, “por tanto, se puede observar que existe interés por empresas e instituciones en trabajadores con esta formación”. Según el profesor, si la empleabilidad final sigue las mismas proporciones que la oferta actual de destinos para prácticas externas, un 60% de los lugares para trabajar están en instituciones públicas como ayuntamientos u organismos supramunicipales y ONG. “El otro 40% correspondería a empresas de consultoría o de servicios, principalmente”.
– Catalunya genera el 2,5% de la producción científica de Europa y un 0,87% de la mundial. Prueba de ello está en la biotecnología, que cada año crea nuevos empleos y grandes inversiones. Aunque ya lleva unos 10 años de funcionamiento, el Grado de Nanociencia y Nanotecnología de la Universidad Autónoma, es un importante referente. “Hace unos años hubo un auge de las nanotecnologías y como era una disciplina en la que participaban científicos de muchas áreas diferentes, se creó un grado concreto para preparar a los estudiantes”, apunta Maria del Mar Puyol, su coordinadora.
Este grado se va actualizando a medida que lo hace la tecnología, porque sus responsables vieron algunas carencias en los alumnos al llegar al mundo laboral. “Faltaban más conocimientos de informática o de materiales, por eso algunas asignaturas que eran obligatorias (biología o ingeniería) pasaron a ser optativas y en cambio se dio preferencia otras más relacionadas con las necesidades reales”. El futuro de estos estudiantes está mayoritariamente en la investigación y en empresas de innovación. “Hasta un 40% se van al extranjero y siguen haciendo investigación, tanto en empresas como en centros”, concreta la coordinadora del Grado.
– Uno de los cambios que se están produciendo en los últimos años en las universidades tiene que ver con los dobles grados. La UPC cuenta con varios de ellos, y algunos muy recientes y especializados, y fuertemente demandados pero con muy pocas plazas. Es el caso del doble grado de Ciencia e Ingeniería de Datos con Ingeniería Biomédica, o bien con Ingeniería Física o Matemáticas, el único centro que imparte estos estudios en España.
Miquel Ángel Barja, director del Centro de Formación interdisciplinaria Superior (CFIS) de la UPC, explica que, para acceder a estos cursos es necesario pasar un examen al que se presentan unas 200 personas de toda España, de los cuales seleccionan a 40 estudiantes para todas las dobles titulaciones: “es muy selectivo”.
Los estudiantes pueden elegir entre una lista muy larga de dobles titulaciones. “En total hay 10 grados y pueden escoger la combinación que quieran entre estos”, dice su director. Las titulaciones que escogen la mayoría van cambiando con los años, y las que ahora priman incluyen matemáticas, ciencia e ingeniería de datos, o ingeniería física, materiales, fotónica y computación cuántica.
Barja comenta que reciben muchísimas ofertas laborales, y la mayoría están relacionadas con las nuevas tecnologías, sobre todo con la inteligencia artificial. “Los grados de matemáticas siempre tienen las notas de corte más altas de toda España, y cualquier grado relacionado con la IA y la ciencia e ingeniería de datos también están entre los más solicitados. Hay una correlación con la demanda de trabajo en comparación con otras salidas profesionales”.
Además, en estas nuevas titulaciones, las empresas ya ofrecen prácticas, muy bien remuneradas, durante la carrera. “Los estudiantes que en verano quieran estar dos o tres meses trabajando en estas empresas tienen ofertas desde segundo o tercero de carrera, porque las empresas saben que, si no contactan con ellos enseguida, será difícil captarlos por la fuerte demanda”, remarca. Y cuando llegan al mundo laboral, el abanico de salidas es muy amplio, gracias también al ecosistema de las startups de nuevas tecnologías multinacionales existente en Barcelona “en las que estos profesionales están muy bien valorados”.
Se necesita una oferta de plazas más flexible y ligada a la demanda existente, afirman desde Pimec.
“La superación del examen inicial es indicativo del perfil excepcional del estudiante. Y cuando juntas a 40 personas muy talentosas para hacer lo mismo, los resultados se multiplican. Entre ellos se animan mucho, no quiero decir que compitan, sí lo hacen en el sentido más positivo al ver que están rodeados de talento”, concluye el director del CFIS, Miquel Ángel Barja.
Carreras y empresa
Si bien las universidades están en contacto con el mundo empresarial para definir las titulaciones, desde la empresa creen que la comunicación es escasa y que, siendo las nuevas carreras muy interesantes, son a la vez demasiado específicas.
“Los profesionales de la informática no buscan a alguien que sea exclusivamente programador de back-end, por ejemplo. Buscan a quien tenga conocimientos informáticos y cierta especialización en programación back-end o front-end. Por ello detectamos demasiada segmentación de carreras”, dice Xavier Segura, presidente de la Comisión de Universidades de Pimec.
Como miembro cualificado de la pequeña y mediana empresa, cree que los grados deben permitir una visión más transversal. “En la actualidad parece que se está llevando a los grados lo que tendría que ser máster, y debería ser al revés, la especialización en el máster. Sería más adecuado hacer un grado de informática o matemáticas, por ejemplo, y luego un máster con especialización en IA o en programación en HTML, o back-end/ front-end”. Entender la tecnología desde un punto de vista holístico, según afirma, y luego la especialización.
Xavier Segura señala que sobran muchos títulos nuevos y se necesitan más plazas de títulos tradicionales con una oferta de plazas más flexible y ligada a las necesidades reales. “Hemos de trabajar juntos en reforzar esta relación y equilibrio entre oferta y demanda”, sentencia el representante de Pimec.
Titulaciones internacionales
Ya hemos visto que las dobles titulaciones son fuertemente demandadas. La UPC además ofrece dobles títulos con instituciones fuera de España, es decir internacionales, como la del máster en Ingeniería de Telecomunicación (Master in Telecommunications Engineering – MET) y el máster en Management (École Des Hautes Études Commerciales – HEC de París).
Lourdes Reig, vicerrectora de Política Internacional de la UPC, valora especialmente estos estudios donde se buscan titulaciones entre diferentes universidades que se parezcan mucho y complementen alguna área que en la UPC no tienen tan reforzada. “Para que, por ejemplo, alguien de telecomunicaciones puede tener una buena formación en el ámbito de los negocios”.
Para Reig, la dimensión internacional da apertura de mente, flexibilidad y adaptabilidad ante nuevas situaciones. “Y los estudiantes son muy deseables para las empresas, y el porcentaje de inserción laboral es altísimo”, afirma.
De hecho, en la UPC cuentan con algunos programas de doble titulación que ya se llevan a cabo en colaboración con empresas. Así, “los estudiantes hacen la titulación aquí, otra parte en una universidad europea y otra en una empresa europea”.
Sin embargo, lo más nuevo en este camino son los joint programs, que quieren implementar las universidades, y que la vicerrectora de Política Internacional de la UPC define así: “Un programa en el que el estudiante haya podido coger contenidos, en nuestro caso, de nueve universidades diferentes, y acabe teniendo un título de éstas o de un subconjunto de ellas, dependiendo del tema. Así diversas universidades juntas pueden ofrecer un programa más completo, rico y diverso”. Toda una revolución y el próximo paso en la evolución de las dobles titulaciones.