Este servicio es clave para evitar la exclusión financiera de 430 municipios de zonas rurales, preservando la relación directa con el cliente.
Las oficinas móviles son clave en la estrategia de CaixaBank para evitar la exclusión financiera de zonas rurales, pequeños municipios donde los sectores agrícola y ganadero presentan un gran peso específico. Tal como publicaba el Banco de España este pasado verano en un informe, pese a que la infraestructura bancaria tradicional es amplia, aproximadamente un 3% de la población tiene dificultades para acceder al dinero en efectivo. Y apuntaba a las oficinas móviles como una de las soluciones alternativas.
Las oficinas móviles de CaixaBank prestan servicio a cerca de 270.000 personas, residentes (datos del INE) en los más de 430 municipios que visitan, la mayoría de ellos en riesgo de exclusión financiera. Estas oficinas móviles permiten a los usuarios, sean o no clientes de la entidad, realizar las operaciones bancarias más habituales, entre las que destacan retirar efectivo, realizar ingresos y pagar recibos e impuestos.
Cada una de las oficinas móviles cuenta con rutas diarias diferentes y visita las localidades a las que presta servicio una o varias veces al mes.
CaixaBank cuenta con 16 oficinas móviles que prestan sus servicios en once provincias: Ávila, Burgos, Castellón, Ciudad Real, Granada, Guadalajara, La Rioja, Madrid, Segovia, Toledo y Valencia y están operativas de lunes a viernes.
De ellas, seis oficinas recorren localidades de Castilla y León, dos la Comunidad Valenciana, La Rioja y Castilla-La Mancha, y una en la Comunidad de Madrid y Andalucía. Además, la entidad dispone de otras dos oficinas móviles en reserva, que se utilizan igualmente para dar servicio en eventos puntuales, como la Feria del Libro de Madrid o el Gran Premio del Mundial de Motociclismo de Cheste.
52.500 kilómetros al mes
Estas oficinas móviles, que tras la fusión finalizaron la unificación de la marca en julio pasado, recorren cada mes una media de 52.500 kilómetros. Cada una de ellas cuenta con rutas diarias diferentes y, en función de la demanda, visita las localidades a las que presta servicio una o varias veces al mes.
Estas oficinas móviles no han perdido su vocación de servicio durante la pandemia y los gestores de CaixaBank han atendido en todos los municipios en los que lo hacían previamente. Para cumplir con las recomendaciones de las autoridades sanitarias, todas estas sucursales y los gestores se han dotado desde un primer momento de material de protección necesario: mamparas, mascarillas e hidrogeles.
De esta forma, este tipo de servicio de CaixaBank contribuye a la reducción de las desigualdades, uno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Naciones Unidas, con los que la entidad se encuentra fuertemente comprometida.
En este sentido, CaixaBank apuesta por no abandonar aquellos municipios en los que es la única entidad bancaria. Es la manera de entender la inclusión financiera por parte de la entidad como una banca próxima y accesible, manteniendo su compromiso de estar cerca de los clientes.