Cuando se cumple casi un año de su llegada como presidente de Pimec; la patronal que representa las micro, pequeñas y medianas empresas y autónomos de Catalunya, Antoni Cañete sigue haciendo gala de su eslogan de campaña: activismo empresarial, un llamamiento a la participación de las pymes en el mundo asociativo y representativo. Su objetivo es situar a las pymes y a los autónomos en el puente de mando de la economía, en un entorno marcado por la pandemia, donde el aumento de los precios de la energía, la morosidad, las ayudas de los fondos europeos o la inminente reforma laboral son cuestiones que preocupan y que profundiza en esta entrevista.
¿La frase “the economy, stupid”, como dijo Bill Clinton en su momento, ¿no le parece que cobra en estos momentos un especial sentido?
Este lema de campaña podría cobrar un sentido especial en estos momentos de pandemia, pues la crisis sanitaria ha desencadenado también una crisis económica que está afectando seriamente a las empresas y las relaciones comerciales de todo el mundo. Desde Pimec hemos defendido desde el primer momento que la actividad económica es compatible con la erradicación del virus, pues las empresas han implementado medidas para garantizar la máxima seguridad para la salud de las personas y para combatir la Covid-19. Es por eso que, a medida que ha avanzado la tecnología, nos hemos mostrado en contra de las restricciones a la actividad de las empresas, que además en muchas ocasiones no se han visto acompañadas de medidas compensatorias suficientes.
Su lema de campaña era precisamente “activismo empresarial”.
Un eslogan que es un llamamiento a la participación de las pymes en el mundo asociativo y representativo. Esto quiere decir situar a las pymes y a los autónomos en el puente de mando de la economía, porque siendo el 99,8% de las empresas, son el motor de la actividad y porque de ellos depende la reactivación y la recuperación. En nuestra labor de representación y defensa de los intereses de las micro, pequeñas y medianas empresas tenemos muchos retos por delante, pero los más urgentes, sin duda, son: reducir los costes de las empresas porque ahora mismo, en una situación de crisis derivada de la pandemia, están haciendo frente a una gran presión fiscal, al encarecimiento de la energía y al alto precio de las materias primeras y del transporte de mercancías, entre otros gastos habituales. También, entre otras cuestiones, es fundamental que las pymes sean las principales beneficiarias de los fondos europeos Next Generation EU y avanzar hacia una economía circular en la transición energética de las empresas a través de las energías renovables y el autoconsumo, así como el resto de las acciones que permitan lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030 de las Naciones Unidas.
Empecemos por el precio de la energía. ¿Qué hacer?
El aumento del coste de la energía está restando competitividad a nuestras empresas, perjudicando además su viabilidad. Es necesario que los gobiernos español y europeo cambien los criterios de la configuración de los precios energéticos para conseguir unas tarifas más justas que nos permitan competir en las mejores condiciones, y para no dificultar más la creación de riqueza y de puestos de trabajo. Para ello, proponemos que se fomenten las energías renovables dentro del mundo empresarial con ayudas al autoconsumo. El objetivo es conseguir una eficiencia energética que haga a las empresas menos dependientes energéticamente, más sostenibles y permitiéndoles reducir costes.
¿El aumento de precios será coyuntural, o lo ve usted como serio riesgo para la recuperación?
El aumento de los costes ya está afectando seriamente a la recuperación de nuestra economía. Hace poco hemos conocido la cifra preocupante del aumento del IPC. Este hecho, sumado al aumento de los costes que hemos comentado anteriormente, está causando una pérdida de poder adquisitivo en la sociedad y una situación financiera muy complicada para las empresas, generando un círculo vicioso que impide la reactivación de la actividad económica.
Es cierto que las pequeñas y medianas empresas representan el 99,8% del tejido productivo en Catalunya. Sin embargo tienen poco peso e influencia a nivel institucional.
Las pymes y las personas autónomas son el motor de la economía catalana y tienen, en efecto, una voz propia que debe ser escuchada y tenida en cuenta por el Gobierno en todas aquellas mesas en las que se traten cuestiones que les afectan. En Catalunya están representadas por Pimec, el agente social y económico más representativo en la defensa de sus derechos e intereses, pero en España ha existido una anomalía ya que, hasta el nacimiento de la entidad independiente Conpymes, las pymes no tenían voz a nivel estatal y este vacío causaba una indefensión total de las pequeñas y medianas empresas. En Conpymes estamos trabajando para lograr la representación institucional y el reconocimiento de las pymes en el diálogo social con el fin de acabar con esta anomalía en la representación del tejido empresarial español. Defendemos que, de una vez por todas, las pymes tengas más participación en la compra pública, para lograr una fiscalidad específica, acabar con la morosidad, dotar a las empresas de herramientas digitales e innovadoras que mejoren su competitividad y facilitarles la transición energética, para reconocer el papel de agente formativo de las empresas, entre muchas otras medidas. En definitiva, para lograr el bienestar y el desarrollo que permita el crecimiento de nuestras pymes y acabar con las barreras que actualmente lastran su proyección.
Si estuviera en sus manos, ¿qué haría para mejorar la situación de las pequeñas y medianas empresas?
La medida más importante es la creación de políticas para que las pymes crezcan de dimensión; legislando y pensando primero en los pequeños.La Administración Pública debe facilitar y fomentar la participación de las pymes en la compra pública. Además, es necesario un ajuste de la oferta formativa para encontrar un equilibrio con la demanda de las empresas y del mercado de trabajo. También, como hemos comentado anteriormente, urgen otras medidas que son reclamaciones históricas de Pimec, como una fiscalidad específica para pymes, y serían muy convenientes ayudas a la digitalización empresarial, a la innovación, a la energía asequible, acciones para atraer talento e inversiones, etc.
¿Cómo valora las ayudas que han otorgado el Govern de la Generalitat y el central para que las empresas pudieran afrontar la pandemia?
Las ayudas directas y puntuales no están siendo suficiente y son necesarias más acciones para mejorar la situación de nuestras pymes y de las personas autónomas a corto, medio y largo plazo. En un primer momento estas ayudas dejaron fuera a varias actividades económicas, afectadas indirectamente por los efectos del virus, pero desde Pimec logramos que se añadiera a todas para que ningún sector afectado quedara excluido.
¿Cómo está la ley de régimen sancionador que usted pidió en el congreso de diputados al liderar desde hace años la Plataforma Multisectorial contra la Morosidad (PMcM)?
La morosidad es una lacra que perjudica la competitividad y la viabilidad de nuestras pymes. Es inadmisible que las grandes empresas y la administración pública se financien a través de las pequeñas empresas, mientras éstas sí deben cumplir el plazo de pago legal a la hora de pagar a proveedores y clientes. Por eso, urge que se ponga cuanto antes en marcha el Régimen Sancionador de la Morosidad que sigue en trámite en el Congreso de los Diputados y que es una reclamación histórica de Pimec, liderada por la PMcM y Conpymes. Debemos ser conscientes de que la morosidad continúa siendo una de las causas principales de la pérdida de liquidez para las pymes y los autónomos, entre otras razones, por las cláusulas abusivas impuestas en muchos contratos y el incumplimiento de los plazos legales de pago, que continúan presentes en el mercado. Pimec y la PMcM hemos impulsado varias acciones para frenar esta problemática, como por ejemplo el envío de una carta a la presidenta del BCE, en la que pusimos de manifiesto que la entidad bancaria facilita la liquidez de las grandes empresas comprando sus títulos de deuda de manera regular.
¿Qué esperan de los fondos Next Generation EU para las empresas?
Los principales beneficiarios deberían ser las pymes, pues son el motor de la economía y un eslabón clave en la cadena del empleo, la riqueza y la competitividad de nuestro país. Estos fondos, para que no generen más endeudamiento empresarial, deberían otorgarse en forma de subvención directa y descartar los proyectos de empresas que no cumplan con el termino legal de plazos para penalizar la morosidad. Además, considero que es necesario que recaigan en proyectos que son estratégicos para nuestra economía, como los que promueven la sostenibilidad e impulsan la digitalización o la innovación.
¿Cómo hacer llegar a las pymes la importancia de la innovación tecnológica, de forma que se integre en la nueva cultura empresarial?
La era digital y la pandemia de la Covid-19 han acelerado la digitalización y los procesos de innovación de las empresas. Las limitaciones a la actividad empresarial han propiciado nuevas formas de trabajo y han dado a conocer nuevas herramientas tecnológicas. También los efectos económicos de la pandemia, que han dejado a las pymes y a los autónomos en una situación de liquidez delicada, están dificultando la transformación digital del tejido productivo ya que requieren una inversión que muchas empresas no pueden asumir en estos momentos. Por eso, hace tiempo que reclamamos ayudas en este sentido y, por eso, desde Pimec hemos impulsado varias medidas y ayudado a las empresas a transformarse digitalmente para que puedan crecer y sobrevivir a los requisitos de la era digital.
La reforma laboral está dando que hablar mucho estos meses. ¿No debería ser el principal objetivo la calidad del empleo?
La reforma laboral es una cuestión que debe abordarse de una manera profunda; creo que es un error hacerla abordando tan solo algunos aspectos. Creemos que, en un contexto de crisis y de pandemia como el que estamos viviendo ahora mismo, no es el mejor momento para abordar una reforma laboral profunda.
Ahora se habla mucho de bienestar en el mundo del trabajo y la gestión saludable del tiempo. ¿Bienestar y mejora de la productividad son compatibles?
Son compatibles y hay que aprovechar las oportunidades que ofrecen las nuevas modalidades de trabajo, como el empleo a distancia, para lograr una gestión del tiempo saludable, igualitaria y productiva en el mundo empresarial. Las políticas públicas deben ser sensibles a la organización del tiempo para ordenar los horarios y hacer un uso responsable y coherente de las nuevas tecnologías, favoreciendo un equilibrio entre la vida laboral y personal que garantice el bienestar y la salud de los trabajadores y favorezca la productividad de las empresas.