Maite Casademunt (Cardedeu, Barcelona), fue la ganadora del Premio Mujer Empresaria CaixaBank 2022 por su trayectoria como presidenta y directora creativa de la firma de moda Lola Casademunt. Una firma fundada por su madre en 1981 en la que ella comenzó a trabajar a los 19 años. CaixaBank, que reconoce cada año la excelencia profesional de las mejores empresarias del país, ha reconocido a la directiva por su destacada trayectoria profesional, su apuesta por la internacionalización y su compromiso por la responsabilidad corporativa y la sostenibilidad en el mundo de la moda. Entusiasta, positiva, observadora y soñadora, como ella misma se define, cuenta con 15 tiendas propias en España, acaba de ampliar sus oficinas en Cardedeu y estudia abrir su primera tienda fuera de nuestras fronteras.
¿Cuál es su estilo de liderazgo?
Mi estilo ha ido evolucionando. Empecé desde abajo y hacía un poco de todo. Poco a poco he ido evolucionando y volcando mi estilo propio en el ADN de la firma, aportando colorido a la misma, colores muy energéticos, el animal print, el cuidado por el detalle de las piezas, pedrerías, artesanía, bordados, en definitiva, todo aquello que hace especial una prenda. Con la entrada de mi marido en 2018 me puse al frente de la dirección creativa y la presidencia, y mi labor ha sido también contagiar al equipo esa ilusión por el proyecto. A mí me gusta rodearme de gente de verdad, talentosa, que aporte y sume, y trabajar en equipo con gente muy buena en su campo. Yo intento contagiar esa energía para que la gente sea muy proactiva, resolutiva, porque estamos en un mundo muy rápido y cambiante. Lo ideal es que, si se genera un problema, se busque una solución. Por encima de todo, me gusta la gente ágil, que sepa rectificar rápido y con capacidad de reacción.
El 80% de sus empleados son mujeres ¿Es eso también parte de su sello personal?
En la firma siempre ha habido muchas más mujeres que hombres, desde que comenzó mi madre. Pero ha sido por decisión propia. Personalmente, creo que la mujer tiene más capacidad de desarrollar múltiples tareas. En el trabajo en grupo, para mí la mujer es más polivante, más versátil, más resolutiva y trabajadora, por eso en Lola Casademunt hemos apostado por rodearnos de un equipo claramente femenino.
¿Cómo han cambiado nuestros gustos desde que su madre fundó la firma en los 80? ¿Cómo definiría la moda del S. XXI?
Yo creo que lo que ha cambiado desde que empecé es que, hoy en día, en la moda el confort y la comodidad son fundamentales. Se busca que los looks sean muy versátiles y puedan durar 24 horas. Que te puedas ir a trabajar y, haciendo un pequeño retoque de zapatos o de bolso, puedas acudir a un evento nocturno. En definitiva, la gente quiere ir cómoda. Y, por supuesto, junto a comodidad y versatilidad, es fundamental el tema de la sostenibilidad.
¿Qué ha sido lo más difícil desde que llegó al mundeo de la moda?
Sin duda, conseguir desfilar en las pasarelas. No fue fácil. La 080 Barcelona Fashion y la Mercedes-Benz Fashion Week Madrid son pasarelas con unos comités de selección muy exigentes, pero yo soy muy perseverante, muy tenaz y me rodeo de gente que me sume, hasta que lo consigo.
¿Dónde encuentra la inspiración para sus colecciones?
En cualquier sitio, por la calle, en un bar… Hay que estar con los ojos bien abiertos y ser muy observadora porque recibes información en todas partes constantemente. Yo saco fotos de todo aquello que me llama la atención, una combinación de colores, una idea para un nuevo tejido… El mundo de la moda está en constante evolución y no puedes relajarte.
¿A qué tipo de clienta se dirigen sus diseños?
Nosotros diseñamos para una mujer con actitud, con carácter, independientemente de su edad o del lugar en el que viva. Siempre decimos que diseñamos para una mujer inconformista y rebelde; empoderada y segura de sí misma; y muy femenina. Pero en el fondo todas somos esa mujer, depende del estado de ánimo con el que se levante esa mujer, con ganas de llamar la atención con un animal print unos días o de pasar desapercibida y ponerse una capa de invisibilidad en otros. En cualquiera de los dos casos, en Lola Casademunt queremos que esa mujer transmita seguridad y se sienta bien consigo misma.
Me gusta trabajar en equipo con gente muy buena en su campo, con personas resolutivas, porque estamos en un mundo muy rápido y cambiante.
¿Cuál es la clave para luchar contra la moda low cost?
Tener tu seña de identidad y cuidar el producto. Nosotros hacemos una moda muy emocional, para que la clienta sienta que se lo tiene que llevar, fomentar la ilusión. Y apostamos por las prendas sostenibles que perduren en el tiempo y las piezas especiales… En definitiva, se trata de cuidar mucho el producto y los detalles, tanto el diseño, como el colorido, los tejidos y el acabado en su conjunto.
Comentaba que la sostenibilidad en la moda es una de las claves del S.XXI y es una de vuestras señas de identidad, ¿cómo se adaptan Lola Casademunt a esta nueva realidad?
Nosotros tenemos como objetivo ser 100% sostenibles en 2025. Ya actualmente todos nuestros tejidos son totalmente ecológicos, y tenemos un departamento de responsabilidad social corporativa, “Lola loves life”, enfocado a trabajar en todos los ámbitos de la sostenibilidad de la empresa. Y es que estamos convencidos de que solo van a sobrevivir las empresas que apuesten por el cuidado del planeta. Además, ese departamento no solo se dedica a trabajar por el cuidado del medio ambiente, sino también por el cuidado de las personas, con iniciativas solidarias para apoyar a la Asociación Española contra el Cáncer, la Cruz Roja o la guerra de Ucrania.
¿Hacia dónde van las tendencias futuras en el mundo de la moda?
Yo cada vez creo en una moda más atemporal, a capas, y muy versátil y flexible durante todo el año, porque en verano pasas del calor extremo en exteriores al frío del aire acondicionado, y en invierno del frío de la calle a la calefacción en interiores. También está empezando a apuntar una moda oversize, con una talla única amplia, y una moda cada vez más ambigua, donde desaparece las frontera entre lo masculino y lo femenino.
Lola Casademunt no para de expandirse y abrir tiendas por el territorio español. ¿No tienen límite? ¿Podría llegar pronto la expansión internacional?
Yo me considero una perseguidora de sueños, y me gustaría que consiguiéramos ser una marca referente a nivel mundial. Contamos con 15 tiendas propias en España, estamos ampliando nuestras oficinas en Cardedeu, y seguimos expandiéndonos para llegar a todo el territorio. Y sí, aunque a nivel internacional estemos ya en más de 500 tiendas multimarca, la llegada de nuestra primera tienda internacional propia podría llegar muy pronto.
2023 parece que será un año difícil. ¿Hasta qué punto le preocupa?
Bueno, siempre hay que tener una cierta inquietud ante este tipo de perspectivas, pero lo cierto es que la incertidumbre forma parte de la vida diaria del empresario. Nosotros, al contrario de lo que cabría esperar, hemos resurgido tras la pandemia y tras el máximo momento de parón mundial. A diferencia de otros muchos, nosotros decidimos ser positivos y no parar de hacer colecciones. En ese entorno de tranquilidad, tuvimos una explosión de creatividad y, cuando se pudo volver al mundo exterior, ya teníamos las colecciones preparadas, lo que fue una gran ventaja competitiva. Por ello, en 2022 hemos facturado 25 millones de euros, frente a los 15 de 2021.