Los operadores y retailers andan a la búsqueda de naves de última generación, lo que ha provocado a su vez una modernización del parque industrial y logístico catalán.
Barcelona ha sido históricamente un enclave estratégico para el desarrollo del sector logístico en el sur de Europa. Sin embargo, el interés por este mercado ha ido creciendo en los últimos años hasta representar el 50% de la inversión inmobiliaria registrada en el tercer trimestre en Catalunya. Entre julio y septiembre, el sector ha registrado una inversión de 430 millones de euros, una cifra que se eleva hasta los 607 millones si tenemos en cuenta el balance de los nueve primeros meses del año y que mantiene la tendencia positiva alcanzada en 2021.
El buen comportamiento del sector logístico es evidente también en cuanto al take-up. La contratación del mercado catalán ha ascendido a prácticamente 191.000 metros cuadrados en el tercer trimestre, sumando 584.000 metros cuadrados hasta septiembre. Con estas cifras, CBRE prevé cerrar el año con una contratación superior a los 800.000 metros cuadrados en Catalunya, por encima de la media de 500.000 metros cuadrados de los últimos diez años y en línea con los máximos históricos de 2021.
Este crecimiento imparable ha tenido ya sus primeras consecuencias. El incremento de la demanda de superficie ha tensionado el mercado, con una disponibilidad inferior al 1,5% en zonas prime de Barcelona y cerca del 3% en Catalunya. Este hecho ha provocado la reconversión de ubicaciones industriales a activos logísticos y la apuesta por la promoción de naves multinivel. La construcción de proyectos en altura es ya una realidad en mercados como Japón, Reino Unido, Francia o Alemania y se ha introducido en España de la mano de Barcelona, pionera en este tipo de promociones. Concretamente, la plataforma construida por Goodman durante la pandemia en la localidad barcelonesa de Molins de Rei ha sido la primera de este tipo en entrar en servicio en España.
En este contexto, también veremos como siguen creciendo exponencialmente los proyectos de “llave en mano”. Cada vez más, los operadores y retailers andan a la búsqueda de naves de última generación que dispongan de certificados de sostenibilidad, placas solares o cargadores de vehículos eléctricos para reducir la huella de carbono. Esta tendencia permite adaptar las naves a las necesidades del cliente y ha provocado a su vez una modernización del parque industrial y logístico de Catalunya.
La elevada demanda y las necesidades cada vez más exigentes de los operadores implicarán también la digitalización del sector, tanto por el uso de tecnología aumentada como por la automatización de los procesos de la cadena de suministro. De esta manera, se garantiza la expansión y la optimización de la industria logística de manera gradual durante los próximos años. Este aspecto será una ventaja competitiva esencial para mejorar el sector industrial en Catalunya, poder satisfacer las demandas de los clientes y seguir posicionados como el primer centro logístico del sur de Europa y el Mediterráneo.
En 2021, la logística ya representaba el 14,4% del PIB catalán, el segundo territorio europeo con más peso de esta actividad en relación con el PIB después de Países Bajos. Dada su situación estratégica, Catalunya debe apostar decididamente por este sector, clave para su economía tanto por el beneficio económico que comporta, como por el soporte que presta al tejido productivo catalán, haciéndolo más competitivo, especialmente frente a los mercados internacionales.