Más allá de lo estrictamente deportivo, también genera empleo y riqueza, con 85.000 empleos directos e indirectos y más de 6.000 empresas relacionadas.
El deporte siempre ha sido una parte esencial de la vida en Catalunya, pero en los últimos años ha demostrado ser mucho más que una fuente de entretenimiento y bienestar, evolucionando hasta convertirse en un pilar fundamental de la economía catalana.
Ejemplos de cómo el deporte ha asumido un papel protagonista en el impulso de la economía catalana son el crecimiento de las asociaciones deportivas del territorio, así como el éxito de iniciativas como la Semana Catalana del Deporte, que congregó a más de 4.000 deportistas en 26 ciudades. Competiciones que van más allá de lo puramente deportivo, y que generan empleo y riqueza, llenando hoteles, restaurantes y aumentando la demanda de los servicios de transporte.
En un mundo en constante cambio, es esencial para cualquier región encontrar maneras de diversificar su economía y fomentar el crecimiento sostenible. En este sentido, el deporte ha destacado como una herramienta poderosa y versátil; y Catalunya ha comprendido esta realidad y ha aprovechado al máximo su potencial.
En la actualidad, el deporte representa un 2,6% del Producto Interno Bruto (PIB) de Catalunya, lo que genera más de 85.000 empleos directos e indirectos y da vida a más de 6.000 empresas relacionadas. Estas cifras resaltan la contribución significativa del deporte al bienestar económico del territorio.
Todos estos factores han permitido que, acorde a un reciente informe de STRAVA, España en su totalidad se haya situado como el destino más elegido para el turismo deportivo en 2022, con más de 2 millones de personas que llegaron al país con esta motivación. Esto representa un 3,5% del total de turistas internacionales, lo que indica que el deporte no solo beneficia a la economía catalana sino también a la española en su conjunto.
Pero más allá de la riqueza, el deporte también fomenta un estilo de vida saludable y contribuye a la cohesión social. Catalunya cuenta con más de 3,5 millones de personas que practican deporte, incluyendo socios de clubes y miembros de federaciones deportivas. Así como con cerca de 80.000 voluntarios que desempeñan un papel fundamental en el funcionamiento de los clubes y las actividades deportivas, un aspecto que también fortalece la comunidad y promueve el bienestar de sus ciudadanos.
Sin embargo, detrás de este éxito, también se encuentra un llamado a la acción. Los datos subrayan la necesidad de seguir invirtiendo en infraestructuras deportivas, programas de desarrollo y promoción del deporte catalán.
Barcelona cuenta con un atractivo innegable, pero también enfrenta una falta de instalaciones deportivas adecuadas. Esta carencia coarta la práctica de deportes organizados como el rugby, el hockey, el fútbol americano y el hockey sobre patines. Sin campos y espacios de entrenamiento adecuados, el desarrollo de estas disciplinas se ve más limitado que el de otras más populares.
Los datos subrayan la necesidad de seguir invirtiendo en infraestructuras y en programas de desarrollo y promoción del deporte catalán.
Para abordar este problema, la solución debe pasar por tres líneas de acción que permitan al deporte no solo crecer, sino prosperar. En primer lugar, un movimiento muy interesante sería la utilización de las instalaciones de las escuelas en colaboración con el consorcio de educación. Finalmente, la creación de un complejo deportivo en el Parc del Fòrum, que incluya instalaciones para deportes como el tiro con arco.
El papel de los clubes y las entidades deportivas es igualmente crucial en este contexto. A pesar de la importancia del deporte en la sociedad, los voluntarios y directivos de estas organizaciones afrontan cada vez más obligaciones y menos derechos. Es necesario un cambio en el modelo para hacer que la gestión de estas entidades sea más sencilla y sostenible. Entre las posibles soluciones y ayudas para clubes sin ánimo de lucro podemos destacar medidas como eximirles de impuestos como el IVA y el Impuesto de Sociedad hasta ciertos umbrales de ingresos; o la posibilidad de que los directivos puedan recibir retribuciones y desgravar parte de sus ingresos en sus declaraciones de impuestos. Estas medidas permitirían a los clubes centrarse en su misión de promover el deporte sin la pesada carga de la gestión.
Algo de lo que podemos estar orgullosos es de que la visión de Catalunya del deporte va más allá de la competencia y la inversión económica. Entendemos que esto se trata de crear un impacto social duradero y sostenible, donde los eventos deportivos no solo sean especulativos, sino que también contribuyan al bienestar de la población y generen oportunidades profesionales en torno al deporte.
La dirección es la adecuada, pero todavía queda mucho camino por recorrer. Si queremos cumplir nuestros objetivos, es esencial que las instituciones se involucren aún más en la promoción y el apoyo del deporte, reconociendo su papel como un pilar fundamental del estado del bienestar. La UFEC lleva años de historia comprometida en poner el deporte en el centro y trabajar en colaboración con las instituciones para garantizar un futuro prometedor para el deporte catalán.
En definitiva, Catalunya es un buen ejemplo de una región que ha entendido la dimensión global que puede tener el deporte, abarcando tanto el plano social como el económico. Frente a los desafíos que el futuro presenta, Catalunya está comprometida en crear un entorno ideal para que el deporte prospere y siga siendo una fuente de riqueza y bienestar para su población. El deporte ya no es simplemente un pasatiempo, sino una herramienta clave para impulsar la economía hacia un futuro de éxito.