Cataluña Económica

Edit Content

Revista

Suscripciones

La seguridad en las infraestructuras portuarias del presente y del futuro

Nos encontramos en un momento fascinante para la seguridad portuaria, en plena
transformación consciente de su papel crítico en el mundo.

La globalización del mercado ha facilitado en las últimas décadas la internacionalización de empresas y recursos, convirtiendo al transporte marítimo de mercancías en el motor que impulsa entre el 80% y el 90% del volumen del comercio mundial. Aunque se desconoce el número exacto de puertos operativos en el mundo, la Organización Mundial del Comercio y numerosas asociaciones logísticas han situado al continente asiático como el principal hub, tanto en términos de volumen de puertos como en relevancia, en referencia al número de mercancías que estos movilizan y los costes asociados a la actividad.

En Europa, el transporte marítimo respalda aproximadamente el 77% de las actividades relacionadas con el comercio exterior del continente, representando el 35% del comercio total entre los estados de la Unión Europea. Dentro de esta dinámica, los puertos de Barcelona y de Valencia, junto con el de Algeciras, se alzan como los más relevantes para España y la región.

En este contexto, la interdependencia global en materia económica y la deslocalización de la cadena de suministros, impulsada por la diversificación de empresas manufactureras y la distribución global de la demanda, han convertido a las ciudades y entornos urbanos con puertos de gran envergadura en auténticos nodos logísticos globales.

Las redes de transporte logístico marítimo están experimentando una expansión constante con la incorporación de nuevos puntos a sus tradicionales rutas, uniendo nodos que hasta la fecha habían sido independientes. Un ejemplo de ello es el reciente anuncio emitido por la empresa china Cosco Shipping sobre la incorporación de los puertos de Barcelona y Valencia en las rutas transatlánticas que conectan Europa, el norte de África y Norteamérica.

Además, las disrupciones en materia de suministro, a menudo generadas por la interdependencia, así como el auge de los debates políticos y sociales respecto a la sostenibilidad y la proliferación de leyes en esta materia, han motivado los cambios en prácticas empresariales. Cada vez cobra más relevancia la adopción de un enfoque glocal. Por ello, el sector de transportes se ha visto obligado a adaptarse a las necesidades derivadas de la glocalización, invirtiendo en sistemas de distribución de transporte multimodal en lugar de limitarse a enfoques intermodales o unimodales.

Los puertos, en particular, ocupan una posición de extrema importancia en este contexto, ya que son las prácticas glocales las que, en muchos casos, impulsan el crecimiento de estas infraestructuras en contextos específicos. A modo de ejemplo, a principios de 2024 estará operativa la conexión marítima-ferroviaria entre España (a través del puerto de Valencia) e Italia operada por dos empresas privadas de estos países.

Sin embargo, la creciente relevancia estratégica de los puertos en el comercio internacional y la economía también los coloca en una posición vulnerable en términos de inseguridad. Dado su carácter estratégico, la infraestructura portuaria se erige como una instalación vulnerable, expuesta a la materialización de amenazas de carácter político, social, económico, tecnológico, del entorno y físicas. Dicha materialización de amenazas supone un riesgo para los medios materiales, los humanos y el espacio virtual que componen estas instalaciones. Además, las disrupciones que puedan surgir en un puerto tienen impacto directo sobre la localización en la que este se encuentre, así como sobre el sector logístico y, concretamente, la cadena de suministros global.

Amenazas para los puertos

Por su actividad, los puertos están muy vinculados a cuestiones internacionales. Por ello, los conflictos interestatales suponen una gran amenaza para la continuidad de la actividad portuaria. Por ejemplo, la imposición de sanciones entre estados o entre mercados –como ocurre en la actualidad en el marco del conflicto entre Ucrania y Rusia– incide directamente sobre la actividad de los puertos, en muchos casos mermando su actividad. Además, las cuestiones aduaneras y arancelarias, así como las regulaciones en materia de desplazamiento de personas y mercancías entre países, agilizarán o no las operaciones en la instalación.

Las instalaciones portuarias también están expuestas a reivindicaciones sociales dado el impacto que generan sobre el ámbito político y la cotidianidad de la actividad portuaria. Por una parte, estas instalaciones están muy expuestas al activismo laboral llevado a cabo por trabajadores del sector, como los estibadores. Por otro lado, los puertos son objetivo de activistas que adquieren otras reivindicaciones y que llevan a cabo sus acciones de protesta en estas instalaciones para aumentar su visibilidad y agilizar el tratamiento de sus requerimientos. En este sentido, adquieren especial relevancia las reclamas enmarcadas en cuestiones medioambientales, específicamente en materia de contaminación marina.

La creciente digitalización en la logística y la convergencia de tecnologías adoptadas por las empresas del sector suponen un desafío para los puertos y las empresas que operan en los mismos por la vulnerabilidad que presentan ante las ciberamenazas. La implementación de nuevas tecnologías en infraestructuras vetustas con escasa capacidad tecnológica supone la principal vulnerabilidad.

La creciente relevancia estratégica de los puertos en el comercio internacional los coloca en una posición vulnerable.

La amenaza no es solo el robo de información o el espionaje industrial, sino la posibilidad de paralizar operaciones enteras mediante ataques dirigidos. En España, se han producido en los últimos meses ciberataques simultáneos en diferentes infraestructuras portuarias, poniendo de manifiesto la vulnerabilidad de los sistemas digitales del país.

En el plano delincuencial, el robo de mercancías es la principal amenaza a la que están expuesta los puertos. La pérdida, el robo o la piratería pueden tener repercusiones económicas significativas, no solo para las empresas implicadas, sino para toda la cadena de suministro a nivel global. La necesidad de sistemas de seguridad física robustos, desde la vigilancia hasta los controles de acceso es vital para prevenir y gestionar este tipo de incidentes. El impacto de la criminalidad organizada sobre los puertos es cada vez más relevante respecto a la operatividad de estos. Además del uso de estas instalaciones para prácticas corruptas, los tráficos ilegales y el contrabando de mercancías cotidianas –además de las ilícitas– se están incrementando.

Por último, las infraestructuras portuarias están ampliamente expuestas al impacto de fenómenos naturales adversos. Por ello, la infraestructura portuaria debe adaptarse a las eventualidades extremas del entorno en el que se encuentre, como la sismología, las temporadas más expuestas a lluvias severas u otros temporales. El impacto de estos fenómenos naturales en otras áreas del mundo afecta también sobre la actividad de puertos concretos, dada la interconexión mencionada con anterioridad.

Con carácter general, los temporales pueden advertirse de acuerdo con las previsiones meteorológicas, y sus efectos pueden anticiparse conociendo las condiciones orográficas de la zona. Sin embargo, según los estudios emitidos por diversas entidades, es muy probable que los eventos climáticos extremos cada vez tengan una mayor incidencia y sean más difícilmente predecibles, por lo que esta amenaza cada vez adquirirá una mayor repercusión.

Infraestructuras en evolución

Las tendencias tecnológicas en el funcionamiento y la gestión portuaria son múltiples y variadas. Estas se centran fundamentalmente en la optimización de procesos y en el aumento de la eficiencia general de la infraestructura, si bien también se observan aplicaciones en materia de seguridad especialmente en la esfera digital.

La digitalización y la automatización de los procesos portuarios permiten una gestión más inteligente de los recursos, mejorando la eficiencia y reduciendo los costes y el impacto ambiental. En el plano físico, el constante desarrollo y mejora de la robótica están impactando significativamente en la productividad de las tareas portuarias, como la carga y descarga de mercancía.

No obstante, es en el plano digital donde se encuentran las tendencias tecnológicas más importantes para el presente y futuro de la actividad portuaria. Entre estas tecnologías emergentes, destacan el blockchain, la inteligencia artificial, los modelos de gemelos digitales y la computación cuántica. Además, es probable que con el objetivo de agilizar determinados procesos y optimizar recursos se incorporen elementos tecnológicos como los drones en las tareas cotidianas de los puertos, como la carga y descarga de contenedores o en labores de vigilancia perimetral de los mismos, entre otros usos.

Por lo tanto, para abordar adecuadamente las amenazas emergentes y garantizar la seguridad de estas infraestructuras, es esencial adoptar un modelo de seguridad híbrida, en el que se conjugue el expertise humano con las herramientas tecnológicas y los datos estratégicos, tanto internos como externos. Estos tres elementos permiten anticipar y gestionar eficazmente los riesgos asociados a las infraestructuras portuarias, generar las adecuadas soluciones de seguridad, entendiendo y acompañando el actual proceso de transformación de las infraestructuras portuarias.

En un mundo donde las proyecciones apuntan hacia un crecimiento continuo en el comercio marítimo, las infraestructuras portuarias desempeñarán un papel fundamental, ya sea de manera directa o indirecta, en cualquier organización que aspire a superar las incertidumbres del presente. Por lo tanto, abordar la seguridad de estas infraestructuras debe ser considerado un asunto estratégico, fundamental para garantizar la continuidad de la transformación. En este entorno, donde la única constante es el cambio, debemos trabajar juntos para asegurar que ese cambio sea positivo, sostenible y seguro.

Comparte este artículo