Catalunya recibió en 2022 cerca de 1.600 millones de euros en 153 operaciones, superando la cifra de 2.000 startups por primera vez en la historia.
Un ecosistema competitivo, atracción de talento y una calidad de vida más que envidiable. En estos tres principios coinciden la gran mayoría de los emprendedores cuando hablan de Barcelona y de su relevancia a nivel internacional para dar comienzo a una empresa emergente. La ciudad condal ha posicionado Catalunya en el mapa a lo largo de la última década como uno de los lugares preferidos por los empresarios para iniciar sus negocios. Y no solo lo ha hecho a nivel europeo: la innovación y la atracción de talento tecnológico tienen un alcance y prestigio internacional. “Aquí nacieron los primeros fondos de capital de riesgo. Ya llevamos más de una década posicionando a Barcelona y Catalunya en el mundo, y así lo demuestran todos los ránkings. Somos el hub de tecnología más importante del sur de Europa”, explica Miguel Vicente, chairman y fundador de Tech BCN. Así lo confirma el Global Startup Ecosystem Index 2022 de Startupblink, que sitúa Barcelona como el quinto mejor ecosistema de la Unión Europa para crear una startup, por delante de ciudades como Dublín, Helsinki, Múnich o Copenhague.
El ecosistema emprendedor e inversor del conjunto del Estado se encuentra en uno de sus momentos más dulces. A pesar de la irrupción de la pandemia, Madrid y Barcelona se consolidaron como dos ciudades de referencia en Europa en atracción de inversiones destinadas a innovación y creación de startups. Los datos del último curso, aunque continúan siendo positivos y confirman un crecimiento sostenido a lo largo del último lustro, han presentado una ligera corrección. El año 2021 continúa ostentando el récord de inversión en España con 4.208 millones de euros y un total de 411 operaciones. Eso sí, aunque hay una clara diferencia de 843.000 euros, los resultados de 2022 deben verse como un ejercicio muy positivo teniendo en cuenta la difícil coyuntura económica internacional que dejó atenazados a los mercados a lo largo de buena parte del año.
Como ya viene siendo habitual, Barcelona ha vuelto a liderar la captación en 2022 con 1.513 millones de euros, según los datos del Observatorio del Ecosistema de Startups en España (la consultora Dealroom eleva la cifra hasta los 1.653 millones en el conjunto del territorio catalán), unas cifras que se distancian de los 1.275 millones que se han realizado en Madrid, que se desploma hasta la mitad en comparación a 2021. Por detrás se sitúan ciudades como Alicante, Palencia y Valencia, con cifras ya mucho más alejadas. En total, España captó el año pasado 3.365 millones de euros en venture capital, apenas 300.000 euros menos que el total captado en los años 2017, 2018, 2019 y 2020 juntos.
La calidad de vida, la infraestructura y el enorme talento son tres pilares que nos sitúan en el mapa mundial.
A los nueve unicornios que había hasta ahora en territorio español –el club de empresas valoradas por encima de los 1.000 millones de euros– se le han sumado recientemente cuatro más: Paack, Typeform, Factorial y Fever. Las tres primeras fueron creadas en la capital catalana. “Se espera que, en unos cuatro o cinco años, el peso del sector tecnológico en el PIB de Barcelona llegue a ser de entre el 20% y el 25%”, apunta Vicente, quién también fundó Glovo, la startup mejor valorada del mercado español con 2.300 millones de euros, y Wallapop, que se espera que supere los 1.000 millones este 2023.
La consolidación de eventos como el Mobile World Congress, el For Years for Now, la European Blockchain Convention o el Tech Spirit en Barcelona confirman este crecimiento de la importancia del territorio como un polo de atracción de los grandes actores internacionales del sector de la innovación y la tecnología. Por primera vez en la historia, Catalunya ha sobrepasado la cifra de las 2.022 startups, según el informe de ACCIÓ presentado el pasado mes de enero, lo que equivale a un crecimiento del 6,3% respecto a 2021. Se duplica así el número de empresas emergentes en tan solo seis años. Según Félix Ortega, director general de Barcelona Activa, “cada vez se instalan en Barcelona más hubs de innovación de grandes corporaciones. Cuando a los emprendedores se les pregunta dónde les gustaría fundar su empresa, la gran mayoría responde que les gustaría hacerlo aquí. La calidad de vida, la infraestructura y el enorme talento son tres pilares fundamentales que nos sitúan en el mapa mundial”.
Así lo confirma el Startup Heatmap Europe Report 2022, que sitúa Barcelona como el segundo startup hub de Europa preferido por los fundadores para crear una empresa, solo por detrás de Berlín. El estudio considera valores como la conectividad internacional, la fuerza de la comunidad emprendedora, la percepción y confianza entre los fundadores o el rendimiento y el impacto a largo plazo en la creación de puestos de trabajo y de empresas. A ello se suma el próximo Barcelona Fintech Hub que se inaugurará en el emblemático edificio de la Bolsa de Passeig de Gràcia, y el reciente anuncio del ayuntamiento de la instalación de tres nuevos hubs en grandes naves industriales del Besós y el 22@ dedicados a la economía circular (Barcelona Circular Hub), urbanismo (Barcelona Urban Tech) y los proyectos audiovisuales y digitales de última generación (nave Palo Alto).
‘Health-tech’, al alza
“Madrid tiene la batalla ganada en el mercado de las grandes corporaciones. Debemos jugárnosla y decirle al mundo en qué somos los mejores. Y en innovación y talento tecnológico no tenemos nada que envidiar a nadie, especialmente en el sector salud”, explica David Boronat, presidente de Multiplica, una de las consultoras tecnológicas más longevas que cumple 23 años desde su aparición en Barcelona. Uno de los sectores que más ha crecido en los últimos tres años es el health-tech o tecnología de las ciencias de la salud. El informe anual presentado por Biocat situó el 27% de los más de 1.600 millones de inversión que recibió Catalunya en empresas dedicadas a este sector. En total, 445 millones de euros en 35 operaciones que se destinaron a empresas biotecnológicas, farmacéuticas y de investigación en el ámbito de la salud.
El ecosistema crece, según el estudio, hasta las 1.350 compañías y 91 entidades de investigación, con un impacto en el PIB catalán del 8,7%, unas cifras récords en la serie histórica. “Por fin se ha producido una especialización que era más necesaria que nunca. Tenemos algunos de los mejores médicos, universidades y parques de investigación del mundo. Barcelona ya se posiciona como una referencia mundial del sector salud junto a ciudades como Boston, Tel Aviv y Cambridge”, indica Ricard Castellet, responsable de transformación digital de la farmacéutica Laboratorios Gebro Pharma.
Se espera que unos cinco años, el peso del sector tecnológico en el PIB de Barcelona llegue a ser de entre el 20% y el 25%
Miguel Vicente, chairman y fundador de Tech Bcn.
Catalunya concentra, según el estudio, el 53% de las exportaciones de productos de ciencias de la salud en España, con una cifra que superó los 7.780 millones de euros en 2021. Un crecimiento que también ha repercutido de forma notoria en el empleo, pasan
do de los 53.213 lugares de trabajo de 2017 a los 59.598 del último recuento en 2021, un crecimiento del 12% en apenas cinco años. Emili Gómez Jané, director de inversiones del ICF Capital (Institut Català de Finances), atribuye esta situación al enorme esfuerzo que ha hecho la ciudad en estos últimos diez años. “Tenemos un mercado laboral en expansión continua y muy resiliente a las crisis. Cuando las compañías tradicionales lo han pasado realmente mal, nuestras empresas han demostrado un comportamiento muy positivo. Atraemos a un ritmo cada vez más acelerado talento internacional de alta cualificación”.
La ley de ‘startups’
El pasado 2 de diciembre se aprobó en el Congreso de los Diputados la esperada Ley de Fomento del Ecosistema de Empresas Emergentes, popularmente conocida como la Ley de Startups. Tras meses de trabajo entre los principales actores del ecosistema y la administración pública, España necesitaba de forma urgente un marco legal y jurídico específico para las startups, como ya lo habían hecho anteriormente gran parte de los socios europeos. Lluís Juncà, director general de Innovación y emprendimiento de la Generalitat de Catalunya, califica la ley como “una legislación muy innovadora, probablemente la más competitiva de toda Europa junto a la del Reino Unido”.
“Entre otras muchas soluciones, por fin se establece un tratamiento fiscal específico para el carried interest (retribuciones obtenidas por la gestión de entidades de capital riesgo vinculadas al emprendimiento), una de las demandas más urgentes y clamorosas. El tipo de tributación pasará a ser mucho más atractivo, y esto atraerá más inversión en Catalunya, es el territorio donde más incidencia tendrá la ley por la gran cantidad de startups”, remarca Juncà. Las principales novedades tienen relación con una serie de mejores fiscales y una reducción de los trámites burocráticos para atraer inversión extranjera. La nueva normativa no requerirá que todos aquellos que aporten capital tengan la obligación de obtener el número de identidad extranjero, mejora el tratamiento fiscal de las stock options para retribuir a los trabajadores y permitirá que los trabajadores desplazados a España puedan acogerse al régimen fiscal especial.
“La ley no aporta una solución definitiva a la cuestión de la financiación. Los inversores tienen una aversión al riesgo mucho mayor que hace dos o tres años. Además, la curva de maduración entre la aparición de una nueva tecnología y su consolidación es cada vez menor. Demostrar el retorno económico de los proyectos es cada vez más complicado”, destaca Inma González, directora de transformación y personas de la consultora digital barcelonesa Enzyme. Habrá que ver si el nuevo marco acaba resolviendo los problemas de acceso a la financiación en los próximos meses, una de las mayores amenazas a las que se enfrentan las empresas emergentes en este 2023.