Hoy tenemos ejemplos de empresas que también están innovando en unos viñedos, en un hospital, en un club de fútbol, en un periódico o en la gestión del agua.
Es momento ahora de aprovechar las lecciones derivadas de la pandemia para promover de forma eficaz un nuevo impulso en la política científica y de innovación.
Estamos frente a un nuevo modelo que hace de la transversalidad de las tecnologías un factor imprescindible para acelerar un progreso tecnológico diferenciador.