Estados Unidos reduce su inversión en muchos proyectos de investigación clave, y Europa se postula como la principal candidata para atraer a los mejores profesionales y científicos.
El fenómeno de la “fuga de cerebros” sigue creciendo. Se calcula que 20.000 doctorados españoles emigran en busca de oportunidades profesionales más dignas. Algunos regresan, pero otros se quedan en el extranjero, donde les acogen con los brazos abiertos. En este reportaje, hemos recopilado cuatro experiencias de doctorados que siguen engrosando esa pérdida de talento en nuestro país.
“El reto para garantizar el futuro social y tecnológico de Catalunya pasa por construir muchos más puentes entre el ámbito de la ciencia y el ámbito de la empresa”