Nadie quiere asumir costes, lo que requiere mecanismos institucionales y políticas públicas adecuadas que tengan en cuenta las complejas vertientes del problema.
Con una inversión de 30 millones de euros en el último año, Mercadona ha transformado todas sus tiendas con el objetivo de reducir el plástico y sus residuos.
Nos enfrentamos a un reto mucho mayor: si dirigimos la mirada a largo plazo, es preciso repensar las cadenas de suministro para hacerlas más resilientes.
Estamos frente a un nuevo modelo que hace de la transversalidad de las tecnologías un factor imprescindible para acelerar un progreso tecnológico diferenciador.
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